Tyler Reddick y Chris Buescher se vieron envueltos en una acalorada discusión durante la reciente carrera en Darlington. El enfrentamiento ocurrió faltando solo diez vueltas para el final, mientras ambos disputaban el liderazgo. Desafortunadamente, el contacto resultó en daños en los neumáticos, obligándolos a hacer una parada en boxes.
La discusión no terminó ahí. Después de finalizada la carrera, Buescher confrontó a Reddick, expresando su frustración y decepción. Reddick se disculpó por el incidente, mientras Buescher enfatizó cómo afectó sus posibilidades de ganar.
Un experimentado observador de la NASCAR compartió su opinión sobre el incidente, afirmando que Reddick fue el culpable y actuó de forma imprudente. También mencionó que Buescher tiene dificultades para comprender por qué continúa involucrándose en tales situaciones.
Reddick explicó que su maniobra agresiva fue motivada por la desesperación, esperando una segunda oportunidad en caso de perder la oportunidad inicial. Sin embargo, su apuesta no dio los resultados esperados.
En última instancia, el enfrentamiento entre Reddick y Buescher fue resultado de una intensa competencia y de su determinación por ganar. La frustración de Buescher, derivada de carreras consecutivas decepcionantes, añadió intensidad a la situación.