Ferrari siempre ha evitado tener dos pilotos principales en su equipo de Fórmula 1. Normalmente, tienen un piloto número uno con un papel de apoyo para el número dos. Esto fue evidente con Michael Schumacher y sus compañeros de equipo, como Eddie Irvine, Rubens Barrichello y Felipe Massa. El mismo patrón continuó con Fernando Alonso y Felipe Massa, así como Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen, hasta que Charles Leclerc se unió en 2019.
Leclerc y Vettel fueron potencialmente la primera pareja de pilotos considerada como dos pilotos principales en Ferrari. Sin embargo, la carrera de Vettel con Ferrari estaba llegando a su fin, y el poder se desplazó hacia Leclerc, quien fue tratado como el elegido. Cuando Carlos Sainz reemplazó a Vettel, dejó claro que no sería tratado como un piloto número dos. Esto coincidió con un cambio de mentalidad en la Scuderia, ya que comenzaron a gestionar a sus pilotos basándose en carrera a carrera, apoyando al que estuviera en mejor forma. Eventualmente, uno de ellos surgiría como favorito basado en su posición en el Campeonato.
La llegada del siete veces campeón de F1 Lewis Hamilton a Ferrari en 2025 llamará la atención sobre la dinámica entre él y Leclerc. Esto será especialmente interesante si Ferrari continúa mejorando y se convierte en candidato al título en los próximos años. Cuando se le preguntó sobre el potencial riesgo de que Hamilton y Leclerc entren en conflicto entre sí, Vasseur, citado por Motorsport.com, expresó confianza en que habrá un beneficio mutuo dentro del equipo. Él cree que tener dos pilotos fuertes resultará en más puntos para el equipo.
Vasseur enfatizó el impacto positivo de tener dos pilotos que se desafían mutuamente para rendir mejor. Él cree que el potencial de puntos con dos buenos pilotos es mucho mayor que con solo uno y medio. Esta visión se basa en la exitosa emulación entre Carlos y Charles, que ha sido evidente desde el inicio del año pasado.
La última vez que Hamilton enfrentó un desafío serio de un compañero de equipo fue entre 2014 y 2016, cuando estaba en Mercedes y Nico Rosberg luchaba con él por el Campeonato. Ese periodo fue una pesadilla para Mercedes gestionar, y terminó con la jubilación de Rosberg en 2016, después de ganar el título de F1 ese año.