Liberty Media, una empresa de medios, adquirió los derechos comerciales de la Fórmula 1 (F1) de Bernie Ecclestone, el ex jefe de F1 Management (FOM), en 2017. Esta adquisición fue vista como una suerte por el Presidente de la empresa, Greg Maffei, ya que les permitió explorar el potencial sin explotar de las tecnologías modernas y las redes sociales, lo que llevó a un crecimiento significativo.
Bernie Ecclestone, quien se desempeñó como jefe de la F1 en la década de 1970, controlaba los derechos de transmisión de la serie de carreras de autos a través de sus empresas. Sin embargo, su enfoque conservador perjudicó el crecimiento del deporte, lo que resultó en una disminución de su valor. Como resultado, Ecclestone tuvo que vender la F1 a Liberty Media por la impresionante suma de 4,4 mil millones de dólares en 2017.
Greg Maffei hizo hincapié en la suerte involucrada en la adquisición de la F1 de Ecclestone. Explicó que esta adquisición les permitió abrazar las redes sociales y aprovechar los avances tecnológicos, lo que finalmente llevó a un crecimiento sin precedentes y a un aumento sustancial en la inversión de la empresa.
A pesar de asumir los derechos comerciales de la F1, los conflictos entre la FOM y la FIA (Fédération Internationale de l’Automobile) han aumentado. Para resolver estos problemas, ambas organizaciones han tomado medidas para establecer una relación pacífica y trabajar juntas en beneficio mutuo y en el crecimiento global de la serie.
Greg Maffei resaltó la importancia de una relación simbiótica entre la FOM y la FIA. Reconoció desacuerdos recientes, pero hizo hincapié en la necesidad de colaboración para garantizar el éxito de ambas organizaciones y el desarrollo general de la serie.
Sin embargo, eventos recientes han suscitado preocupaciones sobre una posible disputa entre la FOM y la FIA. La F1 recientemente rechazó una oferta de [removed] para ingresar al deporte, a pesar de ser aceptada por el comité de selección de la FIA. Estas discrepancias entre las dos organizaciones sugieren que puede haber conflictos subyacentes en los bastidores.