El equipo de Fórmula 1 Haas evitó por poco una gran crisis al resolver su batalla legal con el antiguo patrocinador Uralkali justo a tiempo para asegurar que su equipo pueda ser transportado a Monza para el próximo Gran Premio de Italia. El equipo enfrentaba la alarmante posibilidad de que sus autos y otros activos fueran confiscados por las autoridades holandesas después de una larga disputa con la empresa rusa de fertilizantes que una vez respaldó la desafortunada carrera de Fórmula 1 de Nikita Mazepin.
La disputa, que surgió de la terminación abrupta de Haas de su acuerdo de patrocinio principal con Uralkali a principios de 2022 después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, había escalado hasta el punto en que las autoridades holandesas estaban preparadas para tomar medidas drásticas. La situación se volvió crítica cuando Uralkali tomó acciones legales contra Haas en los Países Bajos, exigiendo el reembolso de millones de dólares que ya había pagado bajo el acuerdo de patrocinio.
El lunes, Uralkali confirmó que finalmente había recibido el pago completo de Haas, incluyendo intereses y honorarios legales. Además, Haas entregó un auto de carrera de 2021 a Uralkali, como lo ordenó el fallo del tribunal de arbitraje suizo en junio. Con el acuerdo finalizado, Uralkali notificó a las autoridades holandesas para que liberen los activos de Haas, permitiendo que el equipo salga de los Países Bajos sin enfrentar cargos penales o confiscación de activos.
Un portavoz de Haas confirmó que los camiones del equipo han sido autorizados para partir y ahora están en camino a Italia para la próxima ronda del campeonato en Monza. La resolución llega como un alivio para el equipo de propiedad estadounidense, que había estado bajo una inmensa presión para resolver la situación antes del Gran Premio de Italia.
La disputa, que podría haber afectado gravemente la participación de Haas en el resto de la temporada, fue un recordatorio claro de los desafíos que enfrentan los equipos cuando los acuerdos de patrocinio colapsan bajo circunstancias extraordinarias. Con el asunto ahora detrás de ellos, Haas se enfocará en regresar a la pista, aunque con el impacto persistente de la tensión financiera y reputacional causada por la batalla legal.