Los fabricantes de vehículos eléctricos chinos no parecen dispuestos a aumentar los precios de sus modelos en Europa por ahora, a pesar de que la Unión Europea impuso aranceles punitivos que pueden alcanzar hasta el 45% en los coches eléctricos fabricados en China.
MG Motor Europe ya ha expresado su decepción con la medida de la Unión Europea y dejó claro que continuará con sus operaciones y su proceso de expansión comercial para garantizar que sus clientes se beneficien de vehículos eléctricos de alta calidad a precios competitivos.
Se espera que BYD también mantenga los precios sin cambios hasta finales de este año, según una fuente reportada por Reuters. Mientras tanto, Seat, una unidad del Grupo VW que importa el modelo eléctrico Cupra Tavascan desde China, declaró que hará todo lo posible para evitar que los aranceles afecten el precio del Tavascan, asegurando lo mismo para todas las entregas realizadas en 2024.
Por su parte, Volvo, otra marca afectada, planea comenzar la producción del EX30 en Gante, Bélgica, en la primera mitad de 2025 para evitar los nuevos aranceles aduaneros impuestos por la Unión Europea.
Vale la pena señalar que los nuevos aranceles aplicados a los vehículos eléctricos fabricados en China varían del 7.8% al 35.3%, dependiendo del nivel de cooperación de los fabricantes con la investigación de la UE.
Según la Comisión Europea, los nuevos aranceles aduaneros se aplicarán además del impuesto normal del 10% sobre automóviles de la UE.