Los Sacramento Kings están apostando fuerte por la ofensiva esta temporada, y tienen a DeMar DeRozan para ayudar a ejecutar su visión de alto puntaje. El gerente general de los Kings, Monte McNair, no pudo ocultar su emoción por la llegada de DeRozan, diciendo a los reporteros: “Creo que tenemos la oportunidad de ser una de las mejores ofensivas de la liga… va a ser más difícil para los equipos defendernos, especialmente al final de los partidos.” Kendrick Perkins de ESPN reafirmó, prediciendo que los Kings serían una fuerza ofensiva entre las cinco mejores esta temporada, etiquetándolos como “cazadores de almas.”
Mientras que ocuparon el primer lugar en calificación ofensiva (119.4) en 2022-23, la temporada pasada vio una caída a 116.9. Sin embargo, con DeRozan en la mezcla, Perkins y otros están seguros de que los Kings pueden elevar ese número nuevamente. La alineación proyectada del equipo para los finales de juego—DeRozan, De’Aaron Fox, Malik Monk, Keegan Murray y Domantas Sabonis—tiene profundidad ofensiva que podría convertirlos en una pesadilla para los oponentes.
Fox aporta velocidad y actuaciones clave, Monk ofrece tiro de perímetro, y la capacidad de anotación de media distancia y la creación de juego de DeRozan les dan un cerrador confiable. Sabonis, un reboteador y pasador dominante, y la amenaza de tres puntos de Murray equilibran aún más esta ofensiva versátil, haciendo que sea un desafío para las defensas hacer doble equipo sin dejar a otro jugador libre.
El mismo Sabonis destacó cómo la presencia de DeRozan cambia las posibilidades ofensivas del equipo. “Él puede anotar en todos los niveles… las defensas van a tener que prestarle mucha atención, lo que libera a todos los demás,” explicó Sabonis. Con opciones de anotación tan equilibradas, los Kings están listos para convertirse en una unidad ofensiva de primer nivel capaz de avanzar profundamente en los playoffs y dar pelea a cualquier equipo mejor clasificado.
¿Pueden DeRozan y los Kings vivir a la altura de la etiqueta de “cazadores de almas”? Si su potencial ofensivo se mantiene, Sacramento podría ser efectivamente el equipo a evitar en abril y mayo.