A medida que Davante Adams se acerca a un posible intercambio de los Las Vegas Raiders, tanto los insiders de la NFL como los entrenadores están cuestionando el alto precio que piden los Raiders: una selección de segunda ronda. Ni más ni menos que el entrenador de los Patriots, Bill Belichick, ha expresado sus dudas, considerando que un alto pick del draft para el envejecido y costoso receptor All-Pro es una apuesta arriesgada para cualquier posible interesado.
Desde su debut en 2014 con los Packers, Adams ha hecho un nombre como uno de los mejores receptores de la NFL, con cuatro temporadas consecutivas de más de 1,000 yardas y una temporada récord de 1,553 yardas en 2021. Incluso la temporada pasada, a pesar de un comienzo complicado con los Raiders, Adams acumuló más de 1,100 yardas y ocho touchdowns. Sin embargo, su relación con Las Vegas se deterioró a principios de esta temporada cuando el entrenador de los Raiders, Antonio Pierce, lo sentó, citando supuestamente una falta de «actitud de equipo primero».
Una reunión con su excompañero Aaron Rodgers en los Jets parece plausible, pero el precio de Adams complica la situación. Los analistas han coincidido en que una selección de segunda ronda es un valor justo de intercambio, pero Belichick, conocido por su enfoque frugal hacia los receptores, no está convencido. El entrenador seis veces campeón del Super Bowl, que construyó la dinastía de Nueva Inglaterra seleccionando jugadores de valor en las rondas posteriores, parece ver la edad y el contrato de Adams como señales de advertencia. Él conoce de primera mano el posible inconveniente de tales acuerdos; incluso el legendario Randy Moss, a quien Belichick consiguió por una mera selección de cuarta ronda en 2007, vino con una reestructuración de contrato amigable para el equipo.
A medida que se acerca la fecha límite de intercambios, queda por ver si los Raiders ajustarán su precio de venta para hacer a Adams más atractivo o si algún equipo, incluidos los Jets, cumplirá con las demandas actuales.