Bob Costas está una vez más en el punto de mira de los aficionados al béisbol después de una llamada incómoda durante el Juego 3 de la ALDS entre los Yankees y los Royals. Los críticos han atacado a Costas durante mucho tiempo por su comentario de baja energía, divagaciones fuera de tema y un sesgo percibido. Pero esta vez, cometió un error de transmisión imperdonable que dejó frustrados a los aficionados de ambos lados.
Todo ocurrió durante un momento crucial en la parte baja de la octava entrada. Con los Royals perdiendo 3-2, Vinny Pasquantino de Kansas City se acercó al plato con un out y un corredor en primera. Cuando hizo contacto y envió la pelota hacia el centro del campo, Costas se adelantó, declarando que era un hit. Pero la pelota no pasó como él había proclamado. En un momento de alta tensión, Costas interpretó mal la jugada, creando confusión para los espectadores que confiaron en su llamada.
Tanto los aficionados de los Yankees como los de los Royals se quedaron rascándose la cabeza. Las redes sociales se llenaron de críticas, con muchos preguntando por qué Costas, un veterano de la cabina, no fue más cauteloso. «Oye Bob, tal vez deberías esperar hasta que la pelota realmente toque el suelo antes de llamarlo un hit,» tuiteó un aficionado, resonando el sentimiento de muchos que estaban desconcertados por su error.
Antes en la serie, Costas enfrentó críticas por defender la lenta carrera de Giancarlo Stanton en una jugada de doble play, que algunos aficionados vieron como excusas innecesarias. Su estilo de comentario, descrito como divagante y fuera de punto, ya ha provocado una ola de reacciones negativas en esta postemporada.
Para empeorar las cosas, este último error llegó en un momento crucial para los Royals. Si el desliz de Costas no fue suficiente para agriar el momento, los Yankees terminaron ganando el juego 3-2, alimentando aún más la frustración de los aficionados de los Royals que tuvieron que soportar lo que consideraron una transmisión desarticulada.
El error de Costas una vez más lo ha puesto en el centro de atención por todas las razones equivocadas. Si ajustará su enfoque o enfrentará más críticas a medida que continúan los playoffs, está por verse, pero una cosa es clara: los aficionados están cansados de escuchar al locutor del Salón de la Fama cometer errores en llamadas cruciales.