En un movimiento que pocos vieron venir, el despido de Robert Saleh como entrenador en jefe de los New York Jets ha desatado una intensa especulación, con el exestrella de la NFL Mark Schlereth profundizando en las “luchas de poder” dentro de la organización. Los Jets, con un récord de 2-3, han tenido un camino turbulento hasta ahora, con actuaciones polarizadoras en los últimos dos partidos contra los Broncos y los Vikings actuando como el catalizador para la salida de Saleh.
La decisión de dejar ir a Saleh no fue repentina; la espada había estado sobre su cabeza durante un tiempo. A pesar del decepcionante récord de 20-36 de Saleh con el equipo, fueron los conflictos internos los que parecieron empujar al propietario Woody Johnson a tomar la decisión. El “discurso” reportado entre Saleh y el cuatro veces MVP Aaron Rodgers puede haber jugado un papel crucial en su destitución.
Según Schlereth, la relación entre Saleh y Rodgers estuvo tensa desde el principio. Se informa que la pareja no logró alinearse en las estrategias de juego, particularmente en la gestión de las ventajas. Schlereth insinúa que Saleh y Rodgers chocaron sobre su enfoque de “ventaja de dos anotaciones”, y la posterior crítica del entrenador a la cadencia de Rodgers solo profundizó la división. A pesar de retractarse de sus comentarios, estaba claro que la brecha estaba creciendo.
Con la temporada de los Jets en peligro, la incapacidad de Saleh para unirse a su mariscal de campo estrella podría haber sellado su destino, llevando a Johnson a hacer un movimiento drástico a mitad de temporada. A medida que el equipo enfrenta un tramo crítico, la pregunta persistente es si las dinámicas de poder en juego se estabilizarán o desmantelarán aún más la campaña de los Jets.