El Masters de Shanghái se está convirtiendo en un hervidero de controversia, ya que las estrellas de la ATP chocan no solo entre sí, sino también con los oficiales. Con días consecutivos de caos en la programación ya frustrando a los jugadores, el drama escaló cuando el estallido del tenista estadounidense Frances Tiafoe contra un árbitro de silla ocupó el centro de atención.
Después de una prometedora actuación en el US Open, donde avanzó a las semifinales, el impulso de Tiafoe parece haber chocado contra una pared. Tras su decepcionante derrota ante el compatriota estadounidense Taylor Fritz, los aficionados estaban ansiosos por ver a Tiafoe recuperarse en Shanghái. Las primeras señales eran prometedoras, ya que superó a Zhou Yi en sets consecutivos. Sin embargo, su partido de segunda ronda contra Roman Safiullin terminó en un colapso que sorprendió a los espectadores y dejó a la multitud abucheando.
A pesar de comenzar con fuerza y llevarse el primer set, Tiafoe perdió el control del partido, permitiendo que Safiullin se recuperara y finalmente asegurara la victoria. Cuando Safiullin selló el partido con un punto decisivo, la decepción era evidente en el rostro de Tiafoe. Pero el verdadero drama comenzó después del apretón de manos final.
Mientras su intercambio con Safiullin parecía cordial, el estado de ánimo de Tiafoe se deterioró a medida que se acercaba al árbitro de silla. En lugar de un apretón de manos habitual, Tiafoe lanzó una diatriba, desatando una serie de expletivos hacia el oficial. “¡F*** tú, hombre, ¡F*** tú!” gritó, su frustración desbordándose. La explosión sorprendió al estadio, y la multitud rápidamente se volvió en contra de Tiafoe, estallando en abucheos mientras él abandonaba la cancha.
El comportamiento de Tiafoe ha levantado cejas, con aficionados y comentaristas cuestionando su compostura bajo presión. El incidente destaca las crecientes tensiones en el Masters de Shanghái, donde los jugadores han expresado frustraciones sobre la programación errática y lo que consideran un arbitraje cuestionable. Para Tiafoe, lo que se suponía iba a ser una oportunidad de regreso se ha convertido en una pesadilla de relaciones públicas, proyectando una sombra sobre su campaña e iniciando un debate sobre la conducta de los jugadores en la cancha.
A medida que el torneo avanza, todos los ojos estarán puestos en Tiafoe para ver si puede recuperar su compostura y cambiar el rumbo de su temporada—o si esta última explosión marca el comienzo de una caída más profunda para la estrella estadounidense.