Los Oklahoma City Thunder se han consolidado como uno de los mejores equipos de la NBA, gracias en gran parte a las actuaciones estelares de Shai Gilgeous-Alexander. Promediando más de 30 puntos por partido en las últimas dos temporadas, SGA se ha establecido firmemente como un coloso ofensivo. Sin embargo, si los Thunder quieren elevar su juego y realmente desafiar por la dominancia, necesitan contribuciones ofensivas más consistentes del resto de la plantilla. Esto es especialmente crucial para las noches en que SGA no puede cargar con el equipo por sí solo.
El entrenador en jefe Mark Daigneault es muy consciente de esta necesidad y ha pedido más agresividad a los jugadores de ala del equipo, particularmente a Jalen Williams y Aaron Wiggins. Daigneault enfatizó la importancia de la eficiencia, afirmando: «Cuando un chico puede hacer algo de manera eficiente, eso te dice que puedes estirarlos un poco más.» Wiggins, quien tuvo un impresionante 49.2% de aciertos desde más allá del arco la temporada pasada, y Williams, quien sigue mejorando, son candidatos ideales para asumir más responsabilidad ofensiva.
Con las defensas enfocadas en Gilgeous-Alexander, jugadores como Wiggins y Williams a menudo se encuentran desmarcados, y la clave para desbloquear todo el potencial ofensivo de los Thunder radica en su disposición para lanzar más. La eficiencia de Wiggins desde la distancia, combinada con el creciente impacto de Williams, podría darle a OKC un juego exterior letal.
Los Thunder ya estaban clasificados en tercer lugar en eficiencia ofensiva la temporada pasada, con un impresionante 118.3. Pero el potencial para una mayor potencia ofensiva está presente si estas alas adoptan una mentalidad de tiro más agresiva. Daigneault los ha estado empujando en esta dirección durante el campo de entrenamiento, animándolos a lanzar más y exigir el balón cuando estén abiertos.
Con SGA como un anotador de élite y un pasador subestimado, promediando 6.2 asistencias por partido la temporada pasada, los Thunder tienen la base para convertirse en el mejor equipo ofensivo de la liga. Si Wiggins, Williams y otros jugadores clave como Lu Dort y Alex Caruso pueden aprovechar las oportunidades abiertas y aumentar su volumen, OKC podría ser una amenaza legítima para destronar a equipos como los Boston Celtics de la cima de las clasificaciones ofensivas. Las piezas están ahí; ahora solo es cuestión de ejecución.