En un giro sorprendente de los acontecimientos, la superestrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, estará ausente en el partido inaugural de la pretemporada contra los renovados Minnesota Timberwolves esta noche, marcando un comienzo sensacional en la inesperada carrera de entrenador de JJ Redick. La leyenda de 39 años, que tuvo un verano agitado llevando al Equipo USA a la medalla de oro olímpica y ganando honores de MVP, se está sentando misteriosamente, alimentando la especulación desenfrenada sobre la estrategia de los Lakers bajo el nuevo régimen de Redick.
Pero las sorpresas no se detienen ahí. Este juego estaba destinado a ser un momento histórico entre padre e hijo, con LeBron potencialmente compartiendo la cancha con su hijo, Bronny James—la 55ª selección en general de los Lakers en el draft de la NBA de este año. Los aficionados ahora tendrán que esperar para esa monumental pareja, ya que el mayor James toma un asiento inesperado en el banquillo.
Redick, quien saltó a la posición de entrenador principal después de que Dan Hurley de UConn rechazara la oferta, se mantuvo críptico sobre los estados de LeBron y Anthony Davis. «Ellos jugarán este fin de semana,» bromeó Redick, negándose a revelar detalles específicos. «Todavía estamos hablando sobre cómo se verán los minutos y las rotaciones para todos.» El ex tirador de la NBA, sin experiencia previa como entrenador, ahora tiene las riendas de una de las franquicias más históricas de la liga, añadiendo otra capa de intriga a una situación ya volátil.
La ausencia de LeBron es aún más desconcertante dado sus recientes comentarios sobre sentirse rejuvenecido y listo para dominar en su 22ª temporada en la NBA. «Tuve un gran verano. El cuerpo respondió muy bien. Me siento realmente bien físicamente. Muy agudo mentalmente,» declaró James con confianza hace solo unos días. Justo después de convertirse en el máximo anotador de todos los tiempos de la NBA y firmar una enorme extensión de contrato de dos años por 104 millones de dólares, no hay reportes de lesiones que lo mantengan fuera de la cancha.
Mientras tanto, los Lakers se enfrentan a un oponente formidable en los Timberwolves, que han experimentado sus propios cambios sísmicos al intercambiar a Karl-Anthony Towns por Julius Randle y Donte DiVincenzo. A medida que Redick entra en este entorno de alta presión, todas las miradas estarán puestas en cómo se las arregla sin su estrella más grande. ¿Se expondrá su falta de experiencia como entrenador, o silenciará a los detractores con una victoria contundente?
El reloj está corriendo, y la presión está aumentando. Los fieles de los Lakers están ansiosos por respuestas, pero por ahora, se quedan con más preguntas. ¿Es este un movimiento estratégico para preservar la longevidad de LeBron, o hay descontento gestándose tras bambalinas? Una cosa es cierta: el debut de JJ Redick ya está acaparando titulares, y el mundo de la NBA estará observando cada momento de este drama en desarrollo.