En un movimiento raro para salvaguardar sus fronteras, Noruega anunció el sábado que implementaría controles fronterizos temporales con sus vecinos de Europa Occidental. Esta decisión sigue a un alarmante aumento en el nivel de amenaza terrorista del país, impulsado por crecientes preocupaciones sobre posibles ataques a objetivos judíos e israelíes.
Las nuevas medidas, que permanecerán en vigor hasta el 22 de octubre, siguen a una alerta elevada emitida por el Servicio de Seguridad de la Policía de Noruega (PST) el 8 de octubre. La agencia elevó el nivel de amenaza nacional de “moderado” a “alto”, su segunda designación más alta en una escala de cinco niveles, citando “una imagen de amenaza desafiante” que se ha intensificado en las últimas semanas.
Noruega, miembro de la zona Schengen pero fuera de la Unión Europea, comparte fronteras con Suecia y Finlandia, ambos también parte de la zona de viaje sin controles de identificación. La policía aclaró que, si bien los controles fronterizos estarán activos, no todos los viajeros serán revisados, con el objetivo de minimizar cualquier interrupción.
La nueva política refleja el compromiso de Noruega con una acción preventiva y rápida en medio de las crecientes preocupaciones de seguridad en toda Europa. A medida que Noruega se prepara para las próximas semanas, los controles temporales representan un paso proactivo para salvaguardar la nación en un paisaje de seguridad cada vez más complejo.