Los Denver Nuggets pueden estar sintiendo las consecuencias de su decisión en la temporada baja de separarse de Kentavious Caldwell-Pope, un jugador fundamental en su carrera hacia el campeonato de 2023. La salida de Caldwell-Pope ha dejado a los Nuggets con una notable falta en la defensa del perímetro, una deficiencia que el entrenador en jefe Michael Malone lamentó abiertamente tras la reciente derrota en pretemporada de Denver por 114-118 ante los Phoenix Suns. Esta marcó su tercera derrota consecutiva en pretemporada, y Malone fue claro sobre lo que salió mal.
“Nos superaron por 33 puntos desde la línea de 3. Dominamos el rebote, dominamos la pintura, pero nos dieron una paliza desde la línea de 3,” dijo Malone. “Regalamos 37 puntos en ese tercer cuarto; fue vergonzoso.” Su frustración destaca la ausencia de Caldwell-Pope, uno de los defensores de perímetro más respetados de la liga. Conocido por su destreza defensiva, el impacto de Caldwell-Pope se siente intensamente mientras los Nuggets luchan por encontrar equilibrio en ambos extremos de la cancha.
Mientras el centro estrella Nikola Jokić y la delantera de los Nuggets continúan anclando al equipo en protección del aro y reboteo, las luchas del perímetro desde más allá del arco revelan una vulnerabilidad crítica. Con Caldwell-Pope ahora ausente, la presión está sobre los Nuggets para ajustar su estrategia defensiva o encontrar una manera de compensar su ausencia a tiempo para la temporada regular.