Tarik Skubal probablemente desearía poder retroceder el tiempo después de la angustiante derrota de los Detroit Tigers ante los Cleveland Guardians en el Juego 5 de la ALDS. Estuvieron a solo siete outs de la victoria, cerrando una temporada llena de altibajos inesperados y actuaciones valientes, pero un lanzamiento cambió todo. Con los Tigers aferrándose a una delgada ventaja, el grand slam de Skubal en la quinta entrada hizo rugir el Progressive Field y puso fin a los sueños de postemporada de Detroit.
“Me encantaría tenerlo de vuelta,” admitió Skubal a The New York Times, reflexionando sobre ese único lanzamiento—un sinker por el medio que Lane Thomas aplastó, cambiando completamente el momentum a favor de Cleveland. Los Tigers solo lograron un 2 de 23 con corredores en posición de anotar en los últimos dos juegos, consiguiendo solo dos hits en esos momentos cruciales y acumulando un asombroso total de 39 swings y fallos. Solo en el Juego 5, se poncharon 16 veces, dejando a los fanáticos de los Tigers con una sensación agridulce después de una temporada tan prometedora.
Skubal personificó la lucha del joven equipo de Detroit a lo largo de su carrera en la postemporada, entregando 17 entradas en blanco antes de este fatídico lanzamiento. Fue magistral durante gran parte del juego, atacando la alineación de los Guardians con cada onza de determinación, hasta que una serie de pequeñas jugadas—un sencillo de Andrés Giménez, un roletazo perfectamente colocado de Steven Kwan, y un golpe por lanzamiento—prepararon el devastador grand slam.
Pero no pasemos por alto lo que esta temporada ha significado para Detroit. Con los jugadores de posición más jóvenes de la liga, los Tigers lograron 86 victorias—su mejor marca en ocho años—y trajeron de vuelta la energía de postseason a una ciudad que había estado esperando una década por béisbol en octubre. Skubal demostró ser una fuerza en el montículo, Riley Greene se convirtió en All-Star, y el manager A.J. Hinch recordó a todos que una vez que pruebas octubre, siempre tienes hambre de más.
Entonces, ¿costó el lanzamiento de Skubal a Detroit una oportunidad de gloria, o fue solo la cruel naturaleza del béisbol? Los aficionados y analistas estarán debatiendo eso durante toda la temporada baja, pero una cosa está clara: este equipo de los Tigers tiene algo especial. Con un as como Skubal, un núcleo de talento joven y un hambre de ir aún más lejos, ¿es esto solo el comienzo de una nueva era para el béisbol de Detroit? Déjanos saber qué piensas: ¿mantendrán este impulso, o fue esta temporada un destello mágico?