En un caso misterioso que ha enviado ondas de choque a través del acomodado vecindario de Olmos Park, Suzanne Clark Simpson, de 51 años, esposa del prominente agente inmobiliario Brad Simpson, desapareció la noche del domingo bajo circunstancias perturbadoras. Horas antes de desaparecer, Suzanne hizo una llamada desesperada a su madre, Barbara Clark, contándole que había sido agredida físicamente por su esposo. Reveló lesiones específicas en su brazo y espalda, lo que generó preocupación y un plan para que ella y su hijo pequeño escaparan al día siguiente. Trágicamente, Barbara nunca tuvo la oportunidad de compartir ese plan con su hija.
Lo que sucedió después de esa llamada telefónica solo ha profundizado el misterio. Justo después de las 11 p.m., se informó que Suzanne fue vista huyendo de su mansión en estado de angustia. Testigos afirman haber escuchado sus gritos resonando en la noche, seguidos pronto por un escalofriante silencio. Brad Simpson, de 53 años, fue arrestado días después bajo cargos de violencia familiar y restricción ilegal. Inicialmente cooperativo, Simpson luego se cerró, contratando a un abogado y negándose a seguir cooperando con la investigación.
Los relatos de los testigos han intensificado las sospechas en torno a los eventos de esa noche. Un vecino informó haber visto a la pareja en una acalorada discusión, que supuestamente escaló a la violencia física. Según el testigo, Brad fue visto restringiendo a Suzanne antes de que ambos desaparecieran en un área boscosa cercana. Moments después, gritos desgarradores estallaron desde los árboles, lo que llevó al testigo a llamar a la policía. El jefe de policía de Olmos Park, Fidel Villegas, confirmó más tarde: «Esa noche, creemos que ella estaba en angustia.»
Las autoridades han estado en alta alerta desde entonces, publicando imágenes inquietantes de Suzanne tomadas solo unas horas antes de su desaparición. Una imagen, que muestra a Suzanne vestida con un vestido oscuro hasta la rodilla en un club exclusivo solo para miembros, captura una velada aparentemente tranquila que, al final de la noche, se convertiría en oscuridad. Mientras tanto, la camioneta negra de Brad Simpson—vista saliendo de la escena poco después de la altercación—se ha convertido en un punto focal en la búsqueda de pistas.
La investigación ha tomado un giro exhaustivo mientras las fuerzas del orden locales y los miembros de la familia presionan por respuestas. La mansión de cuatro habitaciones y cinco baños en Olmos Park, valorada en aproximadamente $1.5 millones, ha sido minuciosamente registrada en busca de cualquier signo de Suzanne. Además, las autoridades han ampliado su búsqueda a otras propiedades de la familia Simpson en San Antonio y más allá.
Los amigos y la familia de Suzanne se aferran a la esperanza mientras se preparan para lo peor. Su madre, que siente una sombría certeza sobre el destino de su hija, reveló entre lágrimas: «No creo que esté viva. No he tenido noticias de ella.» En una vigilia celebrada en honor a Suzanne, su cuñado, Barton Tinsley Simpson, prometió: «No nos detendremos hasta encontrarla.» A medida que pasan los días, las preguntas sin respuesta en torno a la desaparición de Suzanne se acumulan, arrojando un duro foco sobre las acciones de su esposo y la riqueza y privilegio que pueden haber ocultado una realidad mucho más oscura dentro del hogar de los Simpson.