Un informe reciente ha agitado el panorama político, acusando a la Vicepresidenta Kamala Harris de plagiarizar partes de su primer libro, Smart on Crime, con afirmaciones de que múltiples pasajes fueron tomados directamente de fuentes como Wikipedia y informes oficiales de justicia sin atribución. El libro, publicado en 2009 y destinado a promover la visión de Harris sobre la justicia penal, ahora enfrenta acusaciones de que contiene más de una docena de instancias de contenido no acreditado. Esto incluye frases exactas de la Associated Press, el John Jay College of Criminal Justice, e incluso Goodwill Industries, según el análisis del investigador austriaco de plagio Stefan Weber.
La noticia ha generado rápidamente críticas, con la campaña del expresidente Donald Trump y figuras como Donald Trump Jr. aprovechando la controversia como evidencia de un movimiento de carrera “fraudulento” por parte de Harris. En respuesta, el autor Christopher Rufo ha pedido a Harris que revoque los pasajes no acreditados y emita una corrección pública.
Las acusaciones de plagio, a menudo dañinas para figuras políticas, tienen un precedente histórico. La campaña de 1987 del presidente Biden sufrió un gran revés después de que fue acusado de plagiarizar discursos. El silencio de Harris sobre el asunto hasta ahora solo alimenta la especulación sobre la validez de las afirmaciones, que los críticos argumentan socavan la marca “inteligente” del libro en sí.
¿Abordará Harris estas acusaciones potencialmente alteradoras de su carrera? En un clima donde la reputación política se cuida celosamente, los próximos pasos de la Vicepresidenta probablemente estarán bajo un intenso escrutinio.