En una desgarradora nueva entrevista, Patrick Clancy ha relatado el trágico día en que perdió a sus tres hijos a manos de su esposa, Lindsay Clancy, una enfermera que supuestamente sufría de graves problemas de salud mental. Al regresar a casa el 24 de enero de 2023, Patrick encontró a sus hijos—Cora, de 5 años; Dawson, de 3 años; y Callan, de 8 meses—estrangulados en su sótano y a Lindsay yaciendo semiconsciente afuera tras un intento de suicidio.
Patrick compartió detalles inquietantes de una llamada con Lindsay ese mismo día, cuando sintió que algo no estaba bien, a pesar de que ella sonaba «normal» y «en medio de algo.» Horas más tarde, regresó a su hogar en Massachusetts para descubrir sangre en el suelo y a Lindsay apenas consciente en el patio trasero. Cuando le preguntó dónde estaban los niños, ella lo dirigió al sótano, donde los encontró sin vida, con bandas de ejercicio aún envueltas alrededor de sus cuellos.
A pesar de la devastadora pérdida, Patrick insiste en que no culpa a Lindsay, describiéndola como una madre que “se enfermó” en lugar de un “monstruo.” La salud mental de Lindsay había estado deteriorándose desde el nacimiento de su hijo menor, Callan, lo que la llevó a buscar tratamiento para la ansiedad, insomnio severo y pensamientos intrusivos. Su estado mental, según informes, se deterioró aún más después de que se le recetaron múltiples medicamentos, incluidos antidepresivos y fármacos ansiolíticos.
Los abogados defensores argumentan que Lindsay fue sobre medicada, con siete medicamentos detectados en su sangre, lo que creen que exacerbó su crisis de salud mental. En una llamada telefónica realizada desde la oficina de su psicólogo días antes de su comparecencia, Lindsay afirmó que había escuchado voces que le decían que matara a sus hijos y luego a ella misma.
Sin embargo, los fiscales presentan una imagen diferente. Alegan que Lindsay investigó métodos de asesinato y argumentan que sus acciones pueden haber sido premeditadas. Lindsay desde entonces se ha declarado no culpable de asesinato y otros cargos, con su equipo de defensa planeando una defensa por locura. No se ha fijado ninguna fecha de juicio, y Patrick sigue atormentado por los escalofriantes detalles de ese día, lidiando con la pérdida inimaginable de sus hijos y la batalla de salud mental que su esposa continúa enfrentando.