¡Los amantes de los pandas, regocíjense! Después de casi un año sin esos adorables embajadores en blanco y negro, el Zoológico Nacional de Washington, D.C. está desplegando la alfombra de bambú para Bao Li y Qing Bao, dos nuevos pandas recién llegados de la provincia de Sichuan en China. Esta querida pareja ha emprendido un vuelo exclusivo de FedEx denominado “Panda Express,” trayendo de vuelta ese encanto que atrae multitudes justo a tiempo para las fiestas.
Sin embargo, su llegada no se trata solo de aumentar las ventas de boletos; esto es pura “diplomacia panda.” La tradición estratégica de China de prestar pandas ha sido una manera única de promover la buena voluntad durante más de 50 años, remontándose al famoso “intercambio de pandas” del presidente Nixon. En las tensas relaciones actuales entre EE. UU. y China, los pandas podrían ser la forma más adorable de mantener viva la diplomacia.
Bao Li y Qing Bao, cada uno de solo tres años, tienen personalidades que coinciden con sus preciosos nombres—“Vigor Precioso” y “Tesoro Verde.” Bao Li es una bola de energía con una obsesión por el bambú, mientras que Qing Bao prefiere largas siestas y una que otra sesión de escalada de árboles. Juntos, representan un legado: el abuelo de Bao Li, el conocido Tian Tian, vivió en el Zoológico Nacional durante más de dos décadas, y los fanáticos ya están llamando a Bao Li un casi “Tian Tian Junior.”
Por supuesto, no todos en China están emocionados con estos “préstamos de pandas” internacionales. Una pequeña pero vocal facción en las redes sociales chinas ha expresado preocupaciones—algunos incluso cuestionaron los estándares de cuidado en los zoológicos de EE. UU. después de una controversia de alto perfil que involucró a otro panda, Ya Ya, en Memphis. Pero el Centro de Conservación e Investigación de China ha refutado firmemente estas preocupaciones, asegurando a los fanáticos de todo el mundo que los zoológicos estadounidenses ofrecen un tratamiento de panda de cinco estrellas.
Mientras tanto, el personal del zoológico de EE. UU. ha dejado todo listo. Su renovación de exhibición de un millón de dólares está lista, y la cuidadora de pandas Mariel Lally incluso pasó semanas entrenando con los osos en Sichuan para asegurarse de que se sientan como en casa desde el primer día. Bao Li y Qing Bao están listos para protagonizar su propia Panda Cam de 24 horas, un favorito de millones de espectadores en todo el mundo.
¡Así que prepárate, D.C.—estos dos nuevos superestrellas están listos para hacer olas, un brote de bambú a la vez!