Para millones en el Medio Oriente y el norte de África, la lucha por la liberación palestina simboliza una búsqueda más amplia de libertad y justicia en toda la región, argumenta Yara Hawari. Mientras Gaza sufre bombardeos constantes, con un número de muertos que supera los 200,000, los movimientos de solidaridad han aumentado en todo el mundo árabe. Desde Bahréin hasta Jordania, la gente se está movilizando contra lo que considera genocidio en Gaza, a menudo enfrentándose a represalias y arrestos por su activismo.
En Jordania, las manifestaciones han comenzado a dirigirse no solo contra Israel, sino también contra EE. UU., con llamados a poner fin a los acuerdos de normalización. En países como Bahréin y Arabia Saudita, donde el apoyo abierto a Palestina está reprimido, el sentimiento público abrumador aún apoya la libertad palestina, destacando una creciente brecha entre los gobernantes autoritarios y sus poblaciones.
El movimiento por la liberación palestina, argumentan muchos, está ahora inextricablemente vinculado a la libertad regional. Los llamados a una nueva «Primavera Árabe» subrayan la creciente realización de que la liberación de los regímenes autoritarios cambiaría drásticamente las respuestas oficiales a Palestina. A medida que Gaza continúa soportando el peso de la violencia, la causa palestina sirve como un poderoso catalizador para el cambio regional, recordando a la gente en todo el Medio Oriente que su lucha por la libertad está profundamente interconectada.