Los sistemas de defensa de misiles Cúpula de Hierro y Arrow 3 de Israel, famosos por su rápida respuesta y capacidades para salvar vidas, ahora están en peligro a medida que las reservas de interceptores disminuyen en medio de un año de intenso conflicto con Gaza y Líbano. Frente a constantes ataques con misiles y recientes escaladas con Hezbollah, las defensas de Israel han sufrido un impacto significativo. Los expertos advierten que la escasez podría pronto obligar a Israel a priorizar ciertas regiones, dejando áreas vulnerables a amenazas entrantes si no se reponen los interceptores.
Los interceptores Arrow 3, que cuestan 2 millones de dólares y son capaces de contrarrestar misiles balísticos a alta velocidad desde largas distancias, son cruciales para defenderse contra Hezbollah, respaldado por Irán, y otros grupos proxy que disparan desde Líbano. A medida que EE. UU. se apresura a desplegar su sistema de defensa THAAD para fortalecer la protección de Israel, funcionarios como Dana Stroul, una exespecialista en defensa de EE. UU., advierten que las demandas de suministro tanto a Ucrania como a Israel pueden llevar los recursos estadounidenses al límite.
Boaz Levy, CEO de Israel Aerospace Industries, reveló que las líneas de producción están funcionando las 24 horas para satisfacer las necesidades de Israel. Sin embargo, los informes de inteligencia de código abierto indican que más de 30 misiles balísticos iraníes eludieron las defensas, impactando en la Base Aérea de Nevatim el 1 de octubre, con otros aterrizando cerca de la sede del Mossad. Esta vulnerabilidad subraya la urgente necesidad de reponer las defensas de Israel a medida que se intensifica el fuego de cohetes.
Los ataques actuales de Hezbollah representan solo una fracción de sus capacidades, con potencial para escalar significativamente. El exgeneral israelí Assaf Orion explica que el grupo podría lanzar hasta 2,000 cohetes diarios, añadiendo urgencia a la solicitud de Israel de asistencia internacional para evitar una posible crisis de defensa.