El bajo rendimiento de Sergio Pérez se ha convertido en un problema evidente para Red Bull Racing, ya que se encuentran detrás de McLaren en el Campeonato de Constructores 2024. Aunque el enfoque ha estado principalmente en las dificultades del RB20 de Red Bull, otro factor importante en la caída de forma del equipo ha sido la incapacidad de Pérez para igualar las impresionantes actuaciones de su compañero de equipo, Max Verstappen. Esta brecha entre los dos pilotos ha llevado al director del equipo, Christian Horner, a emitir una advertencia contundente: Red Bull necesita respuestas, y rápido.
Pérez, quien se unió a Red Bull en 2021 y al principio parecía resolver el problema de segundo piloto que el equipo había tenido durante mucho tiempo, ahora se encuentra en una encrucijada crítica. Verstappen, a pesar de enfrentar sus propios desafíos con el coche, sigue en la búsqueda de su cuarto título de pilotos. En marcado contraste, Pérez ha contribuido solo con una fracción de los puntos que ha acumulado Verstappen, una disparidad que ha generado preguntas sobre si el piloto mexicano puede continuar en su papel actual.
La forma reciente del ganador de seis carreras ha hecho poco para inspirar confianza, con solo 13 puntos acumulados en las últimas cuatro carreras. Las frustraciones de Red Bull se han hecho evidentes, con Horner declarando abiertamente que el equipo ya no puede permitirse una brecha de rendimiento tan significativa entre sus pilotos, especialmente con una feroz competencia en el horizonte.
“Desesperadamente necesitamos respuestas”, enfatizó Horner. “Ferrari será fuerte el próximo año con Charles Leclerc y Carlos Sainz. Lando Norris y Oscar Piastri de McLaren también son formidables. Necesitamos que ambos pilotos rindan al más alto nivel para mantenernos competitivos, y eso no puede suceder con una gran brecha entre ellos.”
La campaña de Red Bull en 2024 ha estado marcada por una combinación de problemas mecánicos e inconsistencia de Pérez. Aunque el piloto mexicano se ha mantenido optimista de cara al próximo Gran Premio de EE. UU. en Austin, tanto los aficionados como los críticos son escépticos. Red Bull está listo para introducir mejoras en el Circuito de las Américas, pero el propio Pérez reconoció que el formato del fin de semana de Sprint—que ofrece solo una sesión de práctica antes de la clasificación—deja poco margen para el error.
“Llegamos a Austin con el objetivo de mejorar,” dijo Pérez. “Hemos realizado algunos cambios durante la pausa, y tengo la esperanza de que el coche sea más estable. El formato de Sprint lo hace complicado, pero el trabajo en equipo es donde sobresalimos.”
A pesar de la perspectiva optimista de Pérez, su futuro en Red Bull pende de un hilo. La paciencia del equipo claramente se está agotando, y con pesos pesados como Ferrari y McLaren pisándoles los talones, Red Bull no puede permitirse cargar con ningún lastre. Si Pérez no logra ofrecer actuaciones sólidas en las últimas rondas de la temporada, su asiento podría estar en juego en 2025.
Con solo un puñado de carreras restantes, la carrera de Pérez en Red Bull podría depender de lo que suceda a continuación. Tiene poco tiempo para demostrar su valía y restablecerse como un segundo piloto confiable capaz de mantener al equipo en la lucha por los títulos. Si no lo logra, la tolerancia de Red Bull podría finalmente alcanzar su límite, obligando al equipo a buscar en otro lugar a un piloto que pueda mantener el ritmo con Verstappen.