Luis Arraez, el bateador constante de los Padres y tres veces All-Star, anunció hoy en X que se sometió a una cirugía para reparar un ligamento desgarrado en su pulgar izquierdo, una lesión que lo ha estado molestando desde mediados de junio. Arraez, quien jugó a través del dolor para ayudar a impulsar la carrera de postemporada de San Diego, sabía que la cirugía era la única opción para una recuperación completa después de la salida del equipo de los playoffs. A pesar de no participar en el Juego de Estrellas para descansar su pulgar, se mantuvo en la alineación en 70 de los últimos 78 juegos de la temporada regular y en los siete partidos de postemporada, mostrando resiliencia, pero quizás no su forma estelar habitual.
Conocido por su promedio de bateo líder en la liga de .314, Arraez reclamó su tercer título de bateo consecutivo, aunque su OPS de .739 y 109 wRC+ marcaron una ligera disminución en comparación con temporadas anteriores. Si bien siguió siendo un bateador por encima del promedio, su lesión en el pulgar parece haber atenuado un poco su poder ofensivo. Los datos de Statcast muestran que su wOBA esperado al contacto bajó de .335 antes de la lesión a .312 después, lo que sugiere que la incomodidad podría haber limitado su poder y consistencia.
Se proyecta que Arraez ganará $14.6 millones a través de la arbitraje en 2025, su última temporada bajo control del equipo, dándole un año clave para regresar a su forma máxima. Para los Padres, tener a Arraez de vuelta en plena salud será crucial, ya que su habilidad para preparar el terreno para estrellas como Fernando Tatis Jr. y Manny Machado podría ser un cambio de juego. Ahora, los aficionados de los Padres y el equipo se preguntan: ¿Recuperará un Arraez recuperado su destreza ofensiva de élite? ¿O sus números de 2022-23 están ahora fuera de alcance?