La reciente entrevista de Kamala Harris con Bret Baier en Fox News se convirtió en un espectáculo instantáneo en las redes sociales, con reacciones divididas entre los partidarios que elogiaban su determinación y los críticos que la llamaban un “total desastre”. Baier presionó a Harris sobre todo, desde la inmigración hasta su opinión sobre la “peligrosa” candidatura de Donald Trump, lo que llevó a múltiples interrupciones y frustración visible de ambos lados. Los partidarios de Harris argumentaron que la entrevista fue una emboscada clara, con el asesor de campaña de Harris, David Plouffe, diciendo que ella lo manejó “años luz mejor que Trump”. Otros, como Brian Stelter de CNN, destacaron la disposición de Harris para enfrentar una entrevista difícil como una señal de resiliencia.
Mientras tanto, voces conservadoras aprovecharon su lucha por terminar las respuestas, calificándolo de una exhibición desastrosa. “Por eso la mantuvieron en el sótano”, tuiteó el estratega republicano Andrew Surabian, añadiendo: “No puedo creer lo mal que fue esto”. Los intercambios severos de Harris sobre temas como la inmigración generaron tanto elogios como críticas, con algunos espectadores notando su postura firme, mientras que otros vieron a una candidata tambaleándose bajo presión.
Partidarios como el exasesor Jamal Simmons la elogiaron por “entrar en la boca del lobo” y “resistir”, mientras que incluso conservadores moderados como Alyssa Farah Griffin señalaron que la entrevista desafiaría las nociones preconcebidas sobre Harris entre los espectadores de Fox News. Después de los intensos 30 minutos, Baier reveló que el equipo de Harris acortó la entrevista, llegando tarde y reduciendo el tiempo acordado—un movimiento que dejó a los espectadores y estrategas debatiendo si la resistencia de la vicepresidenta fue una muestra de fuerza o un tropiezo político.