Lando Norris ha apuntado sutilmente hacia Red Bull en medio de la creciente tensión por las acusaciones de infracciones de reglas en Fórmula 1. Con Red Bull bajo escrutinio en el Gran Premio de Estados Unidos 2024 por supuestamente manipular la altura de su coche, Norris defendió el enfoque de McLaren, insinuando que su equipo opera dentro de los límites de lo permitido—a diferencia de otros.
La controversia estalló después de que Red Bull admitiera ante la FIA que tenían un sistema de bib delantero fácilmente ajustable en su coche, lo que provocó acusaciones de que el equipo estaba modificando su configuración de manera ilegal bajo condiciones de parc ferme. Tales ajustes podrían ofrecer a Red Bull una ventaja injusta al alterar la altura del coche entre la clasificación y la carrera sin arriesgarse a una descalificación.
Sin embargo, el equipo de Red Bull de Christian Horner negó cualquier irregularidad, prometiendo trabajar en estrecha colaboración con la FIA para demostrar su cumplimiento y mantener la transparencia. A pesar de los esfuerzos de Red Bull por limpiar su nombre, las acusaciones los han colocado bajo el foco, especialmente dado que fueron rápidos en acusar a McLaren de ofensas similares a principios de la temporada.
El Norris de McLaren no se contuvo al comentar sobre la intervención de la FIA, sugiriendo que su equipo siempre ha jugado según las reglas, a diferencia de algunos competidores. “Hay una diferencia entre empujar los límites y crear cosas nuevas dentro del espacio que se te permite innovar”, comentó Norris, haciendo referencia claramente a la situación de Red Bull. “Esto es lo que hemos hecho bien en McLaren, pero estamos seguros de no ir más allá de eso.”
Irónicamente, McLaren ha enfrentado acusaciones similares esta temporada. Red Bull planteó anteriormente preocupaciones sobre el alerón delantero de McLaren durante los Grandes Premios de Italia, Azerbaiyán y Singapur de 2024, afirmando que el equipo había sobrepasado las regulaciones técnicas. McLaren fue acusado de usar un alerón delantero excesivamente flexible en Italia, una violación de las regulaciones de prueba de carga de la FIA, aunque pasaron las inspecciones.
La tensión continuó en Azerbaiyán cuando se cuestionaron las aletas DRS de Oscar Piastri. Las aletas parecían flexionarse de una manera que impedía a Charles Leclerc de Ferrari adelantar a Piastri, lo que llevó a un mayor escrutinio del coche de McLaren. Aunque no se tomó ninguna medida inmediata, la FIA más tarde reforzó sus regulaciones sobre la flexión del DRS tras el incidente.
A pesar de sus propias controversias, McLaren parece ansioso por presentarse como el equipo que juega según las reglas, mientras Red Bull enfrenta la mayor parte del actual escándalo. Con ambos equipos ahora bajo un microscopio, la batalla por la supremacía continúa, no solo en la pista sino en los departamentos técnicos, mientras empujan los límites de lo que es permisible en la Fórmula 1. Las próximas carreras serán cruciales para determinar quién puede realmente reclamar la superioridad moral en la intensa guerra técnica de la F1.