En lo que solo puede describirse como un regreso milagroso, el receptor novato de los 49ers, Ricky Pearsall, hará su debut en la NFL este domingo—justo 49 días después de ser disparado en el pecho durante un robo a mano armada cerca de Union Square. Pearsall, la selección de primera ronda de los 49ers en 2024, fue golpeado durante una lucha por su reloj Rolex, pero, increíblemente, la bala pasó a través de su cuerpo sin impactar ningún órgano vital.
El entrenador en jefe Kyle Shanahan calificó la recuperación de Pearsall como «un milagro», y compañeros de equipo como George Kittle y Fred Warner han apoyado al joven estrella, que regresó a la práctica completa esta semana. Preparándose para enfrentar a los Kansas City Chiefs en un partido de revancha del Super Bowl, se espera que Pearsall reemplace al receptor lesionado Jauan Jennings. Su capacidad para crear separación podría ser exactamente lo que los 49ers necesitan, ya que el equipo actualmente ocupa el último lugar en la NFL en separación en recepciones.
El viaje de Pearsall desde una experiencia cercana a la muerte hasta liderar la ofensiva de los 49ers es simplemente increíble, y el juego del domingo marcará un regreso triunfal al campo para este joven jugador resiliente.