Lizzo desató una tormenta de controversia después de proclamar en un mitin en Detroit que una presidencia de Kamala Harris haría que EE. UU. se asemejara a Motor City. “Si Kamala gana, todo el país será como Detroit”, dijo la cantante, destacando el orgullo y la resiliencia de la ciudad. Sin embargo, los críticos en las redes sociales atacaron, señalando las luchas de Detroit con el desempleo y el declive económico. Muchos vieron su declaración como desconectada de la realidad, e incluso algunos la llamaron un mal respaldo. Sin embargo, Lizzo se mantuvo firme, celebrando la fuerza de Detroit y sus contribuciones históricas a la industria y la cultura.
Hablando en el mitin junto a Kamala Harris, Lizzo buscaba inspirar, haciendo referencia al legado de la ciudad en la fabricación de automóviles y la música. Instó a la multitud a abrazar el viaje de perseverancia de Detroit. A pesar del mensaje de empoderamiento, los críticos rápidamente cuestionaron si los desafíos pasados y presentes de Detroit eran algo a emular a nivel nacional. Los trolls en línea se apoderaron de las plataformas, algunos burlándose de la declaración de Lizzo como “lo peor que podría haber dicho”. Otros argumentaron que celebridades como ella deberían mantenerse al margen de los comentarios políticos, ya que corre el riesgo de eclipsar discusiones más sustantivas.
No obstante, los comentarios de Lizzo han alimentado debates sobre cómo los políticos y sus seguidores utilizan las ciudades como símbolos, a menudo ignorando las duras realidades que muchas comunidades urbanas todavía enfrentan. La declaración ha dejado a internet zumbando con reacciones mixtas, destacando el delicado equilibrio entre el orgullo y la controversia en el discurso político.