La Casa Blanca está monitoreando de cerca informes alarmantes sobre la despliegue de soldados norcoreanos en Rusia para apoyar sus esfuerzos bélicos en Ucrania. John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, calificó el posible despliegue como un «desarrollo peligroso y muy preocupante», señalando la creciente desesperación de Putin a medida que sus fuerzas sufren altas bajas.
Aunque EE. UU. y la OTAN no han confirmado la presencia de tropas norcoreanas, la inteligencia surcoreana sugiere que 1,500 fuerzas de operaciones especiales norcoreanas ya están en Rusia, con informes de hasta 10,000 soldados más siendo preparados. Este movimiento sin precedentes ha suscitado temores de que Rusia pueda proporcionar tecnologías militares avanzadas a Corea del Norte a cambio, aumentando las preocupaciones sobre las capacidades nucleares del Norte.
Corea del Sur convocó rápidamente al embajador de Rusia para protestar por esta creciente cooperación militar y exigió la retirada inmediata de las tropas norcoreanas. Mientras tanto, Putin sigue activo en el escenario mundial, listo para reunirse con líderes de China, India e Irán en la cumbre de BRICS en Rusia, desafiando las predicciones de aislamiento internacional en medio de su guerra en Ucrania.
A medida que el conflicto continúa, este último desarrollo podría intensificar las tensiones y complicar aún más el panorama geopolítico, con posibles repercusiones para la seguridad global.