En un giro sorprendente durante un evento de ayuntamiento con la Vicepresidenta Kamala Harris, la moderadora Maria Shriver lanzó una bomba cuando un miembro de la audiencia preguntó si podían hacer preguntas. Shriver, miembro de la famosa familia Kennedy y ex Primera Dama de California, aturdió a la multitud al admitir que todas las preguntas estaban preaprobadas.
“No pueden, desafortunadamente tenemos algunas preguntas predeterminadas,” dijo Shriver a la audiencia, provocando un murmullo inmediato. El evento, celebrado en Royal Oak, Michigan, junto a la excongresista Liz Cheney, rápidamente levantó cejas ya que la atmósfera de discusión abierta fue reemplazada por consultas cuidadosamente gestionadas.
Los ayuntamientos son típicamente conocidos por sus intercambios auténticos y sin guion entre candidatos y votantes, pero el evento del lunes se sintió todo menos eso. Shriver, a pesar de su papel como ciudadana preocupada y periodista, intentó establecer un tono informal, comparando la reunión con una charla de “mesa de cocina”. Pero la falta de interacción sin guion dejó a muchos sintiéndose fríos.
Preguntas Pre-Escritas, Oportunidades Perdidas
El evento presentó preguntas leídas directamente de teléfonos o notas, incluyendo consultas sobre la violencia armada y la guerra en Ucrania. Un miembro de la audiencia incluso le deseó a Harris un feliz cumpleaños antes de formular su pregunta, destacando la naturaleza excesivamente guionizada del evento.
La atmósfera controlada no pasó desapercibida. Harris, quien ha enfrentado críticas constantes por evitar entrevistas con los principales medios de comunicación, se mantuvo en líneas ensayadas sobre su amor por el país, mientras Cheney reciclaba sus ataques a Donald Trump. Este evento tan cuidadosamente gestionado contrasta con la evitación de Harris a entornos mediáticos más impredecibles, aumentando la frustración de aquellos que anhelan transparencia.
Crecen las Críticas a Medida que se Limita el Acceso de los Medios
La controversia del ayuntamiento es solo la última en una serie de quejas sobre la estrategia mediática de Harris. El propietario de la revista TIME, Marc Benioff, criticó públicamente a la vicepresidenta por negarse a conceder una entrevista a la publicación, a pesar de sus repetidas solicitudes. La reacción en contra de las apariciones cuidadosamente controladas de Harris sigue creciendo, con críticos acusándola de eludir preguntas difíciles y elegir solo plataformas amigables como los podcasts.
A medida que se acerca la elección de 2024, la estrategia mediática de Harris y sus apariciones públicas tan controladas están bajo el foco, dejando a los votantes preguntándose—¿qué es lo que tiene miedo de responder?