Irlanda ha declarado la guerra al contenido dañino en línea, lanzando su más severo Código de Seguridad en Línea destinado a controlar a gigantes tecnológicos como TikTok, X (anteriormente Twitter), YouTube y Facebook de Meta. Las nuevas reglas exigen que estas plataformas protejan a los usuarios—especialmente a los niños—de material peligroso, incluyendo autolesiones, terrorismo y contenido para adultos.
Bajo el nuevo código, las empresas de redes sociales deben limpiar su acto antes del 19 de noviembre o enfrentar multas asombrosas de hasta 20 millones de euros o el 10% de sus ingresos anuales. Esto marca el fin de la autorregulación de las redes sociales y posiciona a Irlanda como el ejecutor tecnológico de Europa en la lucha continua por la seguridad en línea.