En una escalada sorprendente de tensiones, Israel ha asestado un golpe devastador a Hezbollah, eliminando al supuesto líder del grupo, Hashem Safieddine, en un ataque aéreo de alto riesgo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que Safieddine, una figura clave que se esperaba que sucediera a Hassan Nasrallah, fue asesinado en una operación dirigida en el sur de Beirut. Este es el último de una serie de asaltos que han diezmado el liderazgo de Hezbollah, dejando al grupo militante respaldado por Irán en caos.
Safieddine, primo de Nasrallah, había sido ampliamente considerado el próximo en la línea para liderar Hezbollah, un grupo que ya se encontraba tambaleándose tras el propio asesinato de Nasrallah a finales de septiembre. Nasrallah, uno de los fundadores de Hezbollah, fue asesinado en otro ataque aéreo israelí, marcando una ofensiva implacable contra el grupo.
Según las FDI, Safieddine fue eliminado en un ataque aéreo el 8 de octubre, como parte de una operación en curso destinada a desmantelar la infraestructura de Hezbollah. El ataque no solo mató a Safieddine, sino que también eliminó a 25 otras figuras senior de Hezbollah, debilitando significativamente la cadena de mando del grupo. Un comunicado de las FDI describió a Safieddine como una figura instrumental en los procesos de toma de decisiones del grupo, con una fuerte influencia sobre sus operaciones terroristas.
«Hashem Safieddine fue un jugador crítico en el liderazgo de Hezbollah, particularmente en su rol durante la ausencia de Nasrallah», declaró la FDI. «Su muerte es un golpe importante a la capacidad operativa del grupo.»
Sin embargo, Hezbollah aún no ha confirmado oficialmente la muerte de Safieddine, dejando a la organización en aparente desorden mientras Israel intensifica su campaña militar.
El ataque aéreo sigue a semanas de operaciones israelíes destinadas a neutralizar la influencia de Hezbollah a lo largo de la frontera con Líbano. El Ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró que Israel no permitiría que Hezbollah recuperara el control en la región y prometió desmantelar las capacidades militares del grupo.
Complicando aún más la situación, Israel también ha revelado inteligencia que expone un búnker secreto de Hezbollah bajo un hospital libanés, supuestamente escondiendo £400 millones en oro y efectivo. Funcionarios israelíes publicaron imágenes que muestran una compleja red subterránea, que se cree es utilizada por los miembros de élite de Hezbollah, profundizando la asociación del grupo con operaciones encubiertas y finanzas ilícitas.
Todo esto se desarrolla mientras Israel se involucra en una guerra en dos frentes: contra Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza. En una estrategia más amplia, funcionarios israelíes han insinuado ataques de represalia contra Irán, que es visto ampliamente como el titiritero detrás de ambos grupos.
Para Hezbollah, la pérdida de Safieddine representa un enorme vacío de liderazgo en un momento crítico, con los ataques israelíes empujando al grupo militante más hacia el caos. La pregunta ahora es: ¿Cuánto tiempo más podrá Hezbollah resistir?