En una reunión diplomática crucial, el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, emitió una fuerte advertencia a Israel sobre la urgente necesidad de aumentar la ayuda humanitaria a los civiles atrapados en el norte de Gaza. Esta advertencia, que se produjo durante una serie de reuniones de alto nivel con líderes israelíes, subrayó la creciente preocupación de la administración Biden sobre la crisis humanitaria y las posibles consecuencias si Israel no actúa con rapidez.
Las Reuniones de Alto Nivel: El martes, Blinken se reunió con el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, el Ministro de Defensa Yoav Gallant y el Ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer. Las discusiones, llevadas a cabo en Jerusalén y Tel Aviv, fueron parte de una gira regional más amplia destinada a reavivar la diplomacia tras el asesinato del líder de Hamas, Yahya Sinwar, en Gaza la semana anterior. Sin embargo, las conversaciones tomaron un giro brusco cuando Blinken presionó a los funcionarios israelíes sobre los informes de tácticas de desplazamiento forzado que se estaban utilizando en el norte de Gaza, lo que generó alarmas sobre posibles violaciones del derecho internacional.
El momento más notable llegó cuando Blinken enfatizó que «se necesita hacer mucho más» para llevar ayuda humanitaria a Gaza. Un alto funcionario de la administración Biden confirmó que el mensaje de Blinken tenía peso, con posibles repercusiones bajo la ley estadounidense si Israel no toma medidas adecuadas.
Frustración de EE. UU. por los Retrasos en la Ayuda: Las preocupaciones de la administración Biden se centran en informes de que Israel ha empleado un controvertido «plan de generales» en Gaza, una táctica que supuestamente incluye desplazamiento masivo y una estrategia de «rendirse o morir de hambre». Aunque los funcionarios israelíes negaron que esta fuera su política, Blinken les instó a aclarar públicamente su postura y acelerar los esfuerzos de ayuda.
Estados Unidos ha enfrentado críticas constantes por su manejo de la situación en Gaza, particularmente por no aprovechar su ayuda militar para presionar a Israel a actuar más rápidamente en cuestiones humanitarias. A pesar de estas críticas, Washington ha mantenido que está trabajando entre bastidores para abordar la crisis.
El reciente empuje de Blinken sigue a una carta que él y el Secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, enviaron a Israel la semana pasada, estableciendo un plazo de 30 días para un aumento significativo de la ayuda a Gaza del norte. La carta insinuaba la posibilidad de cortar la asistencia militar si no se lograba progreso, un movimiento que señala la creciente tensión entre EE. UU. e Israel sobre la actual catástrofe humanitaria.
La Creciente Crisis en Gaza: La situación en Gaza sigue siendo grave. Los grupos de ayuda han levantado alarmas sobre el riesgo de hambre y enfermedades, ya que los civiles en el norte de Gaza enfrentan tanto el asedio militar de Israel como la sobrepoblación en el sur. Blinken reiteró la urgencia del asunto durante sus reuniones, pero la respuesta de los funcionarios israelíes ha sido hasta ahora limitada. El Ministro Gallant proporcionó algunos detalles sobre las medidas que Israel está tomando, pero Blinken dejó claro que estos pasos eran insuficientes.
La campaña militar de Israel en Gaza se ha enmarcado como un esfuerzo por destruir el resurgimiento de Hamas, pero los funcionarios estadounidenses están cada vez más preocupados por el costo en civiles. La administración Biden ha trazado una línea roja contra el desplazamiento masivo de residentes hacia el sur de Gaza, donde las condiciones ya son insostenibles para los 1.7 millones de civiles apiñados en la zona.
Las tensiones con Irán son preocupantes: Junto a las discusiones humanitarias, Blinken abordó otro problema inminente: la amenaza de Irán. Tras un supuesto ataque con dron de Hezbollah dirigido a asesinar a Netanyahu durante el fin de semana, Israel está preparado para una acción de represalia contra Irán. La oficina de Netanyahu emitió un comunicado afirmando el apoyo de EE. UU. en el asunto, aunque los funcionarios estadounidenses han sido más cautelosos en su evaluación de la situación.
El potencial para una mayor escalada entre Israel e Irán es una preocupación significativa para EE. UU., que está trabajando para prevenir un conflicto regional más amplio. Los esfuerzos diplomáticos de Blinken incluyen discusiones con Israel sobre su guerra en curso con Hezbollah en Líbano, aunque no ha habido un progreso claro en la desescalada de los combates.
El camino a seguir: A medida que la situación se intensifica, la advertencia de Blinken representa un punto crítico en las relaciones entre EE. UU. e Israel. El enfoque de la administración Biden en la ayuda humanitaria y la protección de los civiles en Gaza refleja una creciente impaciencia con la estrategia militar de Israel. Los próximos 30 días serán cruciales, con la ayuda militar de EE. UU. potencialmente en juego si Israel no atiende el llamado de Blinken a la acción.
Por ahora, ambas naciones permanecen en un delicado equilibrio, navegando los desafíos de la guerra, la diplomacia y la responsabilidad humanitaria. A medida que la crisis continúa, el mundo observa para ver si Israel ajustará su enfoque o si las tensiones con EE. UU. se intensificarán aún más.