Richard Childress, el estimado propietario de un equipo del Salón de la Fama, es bien conocido por sus ocasionales explosiones en la radio. Childress estaba furioso cuando su equipo cometió un error costoso durante el Daytona 500. A pesar de sus mejores esfuerzos, el progreso del equipo se vio obstaculizado por un error en la parada en boxes que ocurrió tarde en la carrera.
En la Etapa 3, Kyle Busch hizo una rápida parada en boxes. Sin embargo, al salir del box, se observaron chispas volando de su neumático delantero derecho. El cambiador de neumáticos se apresuró a completar la tarea, trabajando en el neumático mientras Busch ya estaba en movimiento. Esto obligó a Busch a conducir su auto con cuidado durante toda una vuelta antes de regresar a los boxes para abordar el problema.
Expresando su frustración por el error de su equipo, Richard Childress desahogó su ira a través de la radio del equipo. En particular, señaló al transportador y al cambiador de neumáticos responsables de los neumáticos delanteros, instándolos a mejorar. El lenguaje colorido de Childress demostró que el legendario propietario del equipo aún posee la misma pasión ardiente que tenía en sus años anteriores.
Desafortunadamente, el compañero de equipo de Busch también tuvo un comienzo desastroso en la carrera. Estuvo involucrado en un gran choque en la vuelta seis, lo que hizo que tanto él como el piloto de Stewart Haas Racing cayeran varias vueltas atrás. El incidente fue provocado por un mal empujón del campeón de la Copa NASCAR 2012 hacia el joven piloto. Dillon, un novato y conductor a tiempo parcial, también se vio atrapado en los escombros, terminando prematuramente sus carreras.
Para el novato Carson Hocevar de Spire Motorsports, el debut en el Daytona 500 fue una decepción. Su carrera duró solo seis vueltas antes de concluir abruptamente. Sin embargo, puede consolarse con el hecho de que Dillon pudo recuperarse en Atlanta la semana siguiente, y puede esperar un resultado similar.
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