La Mazda ha anunciado que tiene la intención de reducir en un 69% las emisiones de CO2 en sus fábricas e instalaciones operativas en Japón, para el final del año fiscal 2030, renovando así su compromiso de lograr la neutralidad de carbono global en sus instalaciones para 2035.
Actualmente, las instalaciones de Mazda en Japón son responsables del 75% de las emisiones de CO2 de la compañía, por lo que alcanzar el objetivo propuesto permitirá reducir significativamente y a mediano plazo las emisiones de CO2 de Mazda, teniendo un fuerte impacto en su capacidad para lograr la neutralidad de carbono.
En un comunicado, Mazda aclara que para lograr esa neutralidad de carbono, la marca se centrará en tres pilares: Conservación de Energía, donde las decisiones de inversión relacionadas con las instalaciones de Mazda tendrán en cuenta el precio futuro del comercio de carbono y darán prioridad a las inversiones que contribuyan significativamente a la reducción de las emisiones de CO2.
El segundo pilar se refiere a la Transición a Energías Renovables, donde la marca se compromete a aumentar la adquisición de energía sostenible derivada de fuentes no fósiles de compañías eléctricas para abastecer sus instalaciones, con el objetivo de alcanzar un ratio de uso de energía no fósil del 75% para el año fiscal 2030.
El último de los pilares es la Introducción de Combustibles Neutros en Carbono en sus infraestructuras domésticas, y para ello Mazda se compromete a cambiar el combustible utilizado en los vehículos de transporte de la empresa, del diésel a un biocombustible de última generación. «En los casos en que la producción de energía a partir de fuentes alternativas de combustibles sea difícil, Mazda utilizará el esquema de créditos, que promueve la preservación y reforestación de bosques para la absorción de CO2», según indica la nota de Mazda.