En un momento sincero durante una entrevista con CNBC Make It, la estrella de Shark Tank, Mark Cuban, compartió una intrigante perspectiva sobre el lucrativo trabajo secundario que emprendería si pudiera retroceder en el tiempo a sus años de adolescencia. A sus 66 años, el empresario multimillonario y propietario de un equipo de la NBA enfatizó la importancia de ser adaptable y curioso en el rápidamente cambiante mercado laboral actual. Pero fue su audaz predicción sobre el futuro de la inteligencia artificial lo que realmente llamó la atención.
Cuban expresó con franqueza: “Si fuera un chico de 16 años y necesitara comenzar un trabajo secundario para ganar algo de dinero, estaría completamente enfocado en modelos de lenguaje grande como ChatGPT y Gemini. Estaría enseñando a mis amigos cómo interactuar con estos modelos.” Su visión sobre el potencial de la IA refleja una comprensión astuta de hacia dónde se dirige el mercado, subrayando que incluso los empresarios más jóvenes pueden aprovechar el poder de la tecnología para obtener beneficios.
El titán tecnológico, que cuenta con una asombrosa fortuna de 5.7 mil millones de dólares, enfatizó la brecha en la comprensión de la IA entre las pequeñas y medianas empresas. “No entienden la IA todavía,” observó, añadiendo que se encargaría de educarlos, incluso a los 16 años. “No importa si soy un chico; también les estaría enseñando.” Este enfoque proactivo hacia el emprendimiento muestra el tipo de ingenio e iniciativa que ha impulsado el éxito de Cuban.
Como uno de los prominentes ‘tiburones’ en la serie de telerrealidad Shark Tank de ABC, Cuban ha inspirado a innumerables emprendedores durante la última década. Sin embargo, recientemente anunció que se retiraría del programa después de su 16ª temporada, reflexionando sobre las valiosas lecciones que imparte sobre el sueño americano. “Me encanta porque envía el mensaje de que el sueño americano está vivo y en buena forma,” explicó.
Más allá de los negocios, Cuban habló sobre su vida personal en una reciente aparición en el podcast The Club Shay Shay, donde contó humorísticamente las pruebas poco convencionales que le hizo a su esposa, Tiffany Stewart, antes de su matrimonio. “La hice ir a White Castle. ¡Esa fue la prueba!” reveló, riendo ante la absurdidad de la situación. “¡Si realmente me amas, comerás una hamburguesa de White Castle!” Su enfoque peculiar hacia las relaciones resalta su lado juguetón, contrastando fuertemente con su aguda perspicacia empresarial.
En un momento de sorprendente honestidad, Cuban también abordó cómo supo que Stewart lo amaba por quien era, más que por su riqueza. “Por supuesto que lo sabes. ¡Te dejará golpearla con el horno holandés!” bromeó, provocando risas al referirse a la infame broma de atrapar a alguien bajo las cobijas después de pasar gas. Este intercambio ligero ofrece un vistazo a la vida personal de uno de los emprendedores más exitosos de América, revelando que incluso los multimillonarios valoran la simplicidad del amor y la conexión genuina.
Las reflexiones de Mark Cuban sirven como un recordatorio de que con la mentalidad adecuada y la disposición a adaptarse, incluso las ideas más inesperadas pueden llevar a oportunidades increíbles. A medida que se prepara para salir del centro de atención de Shark Tank, sus ideas sobre la IA y anécdotas personales continúan inspirando a una nueva generación de emprendedores. Ya sea a través de la tecnología o conexiones personales, el viaje de Cuban es un testimonio de la naturaleza siempre cambiante del éxito.