En una impresionante muestra de innovación militar, los helicópteros de ataque Z-10 de China fueron vistos recientemente despegando de un barco civil semi-sumergible, marcando una nueva táctica radical en el Mar de China Meridional. La vista de ocho Z-10, con los rotores girando y listos para la acción, operando desde una embarcación normalmente encargada del transporte de petróleo, señala un audaz nuevo capítulo en la estrategia militar de China.
Esta base flotante permite que los Z-10 se reabastezcan de combustible y se armen en el mar, reduciendo los desafíos logísticos de las operaciones de largo alcance. Este movimiento sugiere que China se está preparando para aumentar su potencia de fuego en aguas disputadas como nunca antes. Se espera que estos helicópteros desempeñen un papel crucial en cualquier asalto anfibio a Taiwán, ofreciendo apoyo aéreo continuo mientras evaden radar y defienden las bases insulares militarizadas de China en las Islas Paracel y Spratly.
La maniobra refleja las ambiciones militares más amplias de China, combinando infraestructura civil con la guerra para obtener ventaja en posibles conflictos. Los expertos advierten que esta táctica podría escalar dramáticamente las tensiones en el Mar de China Meridional y más allá, ya que hace que la ya formidable presencia militar de China sea más móvil e impredecible.
Con los helicópteros Z-10 ahora capaces de desplegarse desde plataformas tan poco convencionales, el panorama de seguridad de la región podría no volver a ser el mismo. ¿Es este el inicio de una nueva era de guerra naval en el Indo-Pacífico?