En una revelación dramática, la policía de Moldavia anunció que el oligarca fugitivo Ilan Shor orquestó un esquema de compra de votos de 39 millones de dólares para influir en las recientes elecciones de Moldavia, canalizando fondos a las cuentas de miles de moldavos a través de transferencias bancarias rusas. Las acusaciones surgen en medio de crecientes tensiones entre las facciones pro-Rusia y pro-UE, ya que Moldavia se enfrenta a una crucial segunda vuelta presidencial el 3 de noviembre.
El jefe de policía, Viorel Cernauteanu, reveló en una conferencia de prensa que los investigadores identificaron casi un millón de transacciones supuestamente financiadas por Shor, quien ha sido condenado en ausencia a 15 años de prisión por su participación en el escándalo bancario de 1,000 millones de dólares en Moldavia. Usando el Promsvyazbank (PSB) de Rusia, que está bajo sanciones internacionales por apoyar las actividades de Rusia en Ucrania, Shor supuestamente desvió fondos para influir en los votos a favor del campamento pro-Rusia, que tuvo un desempeño inesperadamente bueno en la primera ronda de votaciones.
Cernauteanu informó que al menos 138,000 moldavos recibieron fondos en septiembre y octubre a través de depósitos directos, que luego fueron distribuidos aún más para maximizar el alcance. Las autoridades moldavas ya han multado a 500 personas por “corrupción electoral pasiva” y han confiscado sobres que contenían efectivo en una redada coordinada en 19 distritos. Cernauteanu advirtió que los ciudadanos que acepten dinero de la red de Shor serían considerados parte de una “organización criminal”, instando a los moldavos a reportar pagos ilícitos.
La presidenta moldava Maia Sandu, una figura firme a favor de la UE, ganó por poco la primera ronda con un 42.5% de los votos, por debajo de la mayoría necesaria para evitar una segunda vuelta. Se enfrentará a Alexandr Stoianoglo, un candidato pro-Moscú, en la segunda vuelta del 3 de noviembre. Sandu ha acusado a Shor y a otros “grupos criminales” de intentar comprar casi 300,000 votos para desestabilizar el proceso democrático de Moldavia. Sin embargo, Moscú ha desestimado estas afirmaciones, con el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, instando a Sandu a presentar pruebas de interferencia.
Según Cernauteanu, el esquema de Shor comenzó en abril, con un inicial de $15 millones en septiembre seguido de $24 millones en octubre. Los fondos supuestamente llegaron a los ciudadanos bajo la apariencia de programas sociales, con agentes leales a Shor distribuyendo el dinero localmente. El esquema, dicen los investigadores, tiene como objetivo fortalecer el campamento pro-Rusia de Moldavia, desafiando el camino del país hacia la integración europea.
Con las apuestas altas, la próxima segunda vuelta de Moldavia podría moldear el futuro geopolítico del país, marcando un momento crucial en la lucha entre la influencia rusa y las aspiraciones occidentales. A medida que las autoridades continúan su investigación, el llamado de Sandu a la vigilancia resuena: la integridad democrática de Moldavia está en juego. ¿Aumentará la represión de la financiación electoral ilícita la fe en el proceso electoral, o ya ha influido la red de Shor en suficientes votos para cambiar la marea?