La colonización de la Luna y Marte está destinada a ser nuestro primer gran paso hacia el Universo. Sin embargo, hay numerosos obstáculos que deben superarse antes de que esto se convierta en una realidad. Uno de estos obstáculos es la incapacidad de construir estructuras en el espacio. Actualmente, las estructuras se ensamblan en la Tierra y luego se transportan al espacio para su ensamblaje. Este método es efectivo por ahora, pero puede que no sea adecuado para misiones de larga duración. Aquí es donde entran en juego los robots inchworm de la NASA.
El Centro de Investigación Ames de la NASA está trabajando en un proyecto llamado ARMADAS, que tiene como objetivo desarrollar el hardware y el software necesarios para construir estructuras a gran escala. La idea es utilizar robots similares a los inchworms junto con bloques de construcción estructurales y algoritmos inteligentes para ensamblar, reparar y reconfigurar materiales. Esta tecnología podría utilizarse en la Luna, Marte o en cualquier órbita alrededor de un cuerpo celeste sin necesidad de supervisión humana.
Los robots inchworm son criaturas mecánicas simples que se mueven arqueando sus espaldas. Están diseñados para operar en un entorno de rejilla y realizar tareas específicas. Su propósito principal es utilizar bloques de construcción para crear cualquier estructura imaginada por los humanos. Recientemente, la NASA llevó a cabo una demostración en laboratorio en el Centro de Investigación Ames utilizando tres de estos robots autónomos y bloques de construcción en 3D llamados píxeles volumétricos o vóxeles.
Los vóxeles utilizados en la demostración estaban hechos de materiales compuestos ligeros y tenían una forma de cuboctaedro. Se asemejan a un balón de fútbol con estructura de alambre y caras planas. Durante la demostración, dos de los robots transportaron un vóxel a la vez desde una estación de suministro hasta el sitio de construcción en el exterior de la estructura. El papel del tercer robot era asegurar cada vóxel al resto de la estructura.
Al utilizar robots tipo «inchworm» y algoritmos inteligentes, NASA espera revolucionar la forma en que se construyen las estructuras en el espacio. Esta tecnología tiene el potencial de hacer que las misiones de larga duración a la Luna y Marte sean más factibles y rentables. Con un mayor desarrollo y pruebas, los robots tipo «inchworm» podrían convertirse en una herramienta esencial para la futura exploración espacial.
Los Increíbles Robots de NASA Construyen Estructuras de Forma Autónoma
En una prueba innovadora, los robots de NASA han construido con éxito una estructura comparable a los trusses de la Estación Espacial Internacional. Las máquinas operaron de forma autónoma, y aunque la duración de la prueba no se ha revelado, el resultado es una estructura sólida e impresionante del tamaño de un cobertizo.
El equipo detrás de este logro notable enfatiza varios aspectos clave de esta tecnología. En primer lugar, los propios robots son relativamente simples en diseño. Las máquinas tipo «inchworm», que son fáciles de construir, dependen de alinear cada pequeño paso a una cuadrícula 3D. En consecuencia, no requieren capacidades de cálculo o detección complejas. Al alimentarlas previamente con datos, no hay necesidad de visión artificial o tecnología de medición externa.
Además, el tamaño de las estructuras que se pueden construir utilizando este método es prácticamente ilimitado. La única limitación radica en la disponibilidad de bloques de construcción. Además, no hay restricciones sobre los tipos de estructuras que se pueden construir. NASA está ampliando actualmente la biblioteca de tipos de vóxeles para incluir paneles solares, conexiones eléctricas y blindaje. Esto permitirá que los robots sepan exactamente qué hacer a continuación.
Además, las estructuras construidas con esta tecnología pueden ser reutilizadas desensamblándolas y reconfigurándolas en nuevos diseños. Esta flexibilidad asegura que las estructuras puedan adaptarse a las necesidades y requisitos cambiantes.
En un futuro cercano, los robots ARMADAS estarán equipados con herramientas de inspección, lo que los hará indispensables para las próximas misiones espaciales. Aunque no hay un cronograma específico para cuándo se implementará esta tecnología, se espera que pase un tiempo considerable antes de que se convierta en una realidad.