Detrás de puertas cerradas, funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh) están expresando supuestamente profundas preocupaciones sobre un posible segundo mandato para Donald Trump, temiendo que él escale las tensiones y reavive las guerras comerciales que marcaron su primera presidencia. Mientras se mantienen públicamente neutrales en las elecciones de EE. UU., los diplomáticos chinos han transmitido en discusiones privadas que un regreso de Trump a la Casa Blanca sería “peligroso” para Pekín, según The Wall Street Journal.
La administración Biden-Harris ha tenido su parte de fricciones con China, particularmente sobre cuestiones económicas y de seguridad nacional, sin embargo, los funcionarios chinos ven a Harris como una alternativa más manejable. “Los funcionarios y académicos chinos… son en gran medida excepcionalmente cautelosos ante una victoria de Trump”, señaló Richard McGregor, un experto en China del Lowy Institute. El diplomático del PCCh Liu Jianchao ha hecho eco de este sentimiento, lamentando supuestamente el enfoque de Trump como una “mala experiencia.”
El primer mandato de Trump vio la imposición de aranceles generales sobre las importaciones chinas, destinados a fortalecer la manufactura estadounidense y presionar a Pekín para aumentar las importaciones de EE. UU. Los rumores de que Trump está considerando un arancel del 60% sobre los bienes chinos y podría elevarlo al 150%-200% si Pekín amenaza a Taiwán han inquietado a los funcionarios. Economistas de UBS estiman que estos aranceles podrían reducir el crecimiento del PIB de China en un 2.5% durante un año, subrayando el costo económico que las políticas de Trump podrían acarrear.
Mientras Pekín espera una postura estadounidense estable y predecible, el espectro de un segundo mandato de Trump se cierne, con los informantes del PCCh preocupados de que las renovadas batallas económicas y las sanciones relacionadas con Taiwán podrían desestabilizar aún más las ya tensas relaciones entre EE. UU. y China.