Se informa que Vladimir Putin está suministrando a los militantes hutíes de Yemen inteligencia satelital para lanzar ataques coordinados contra barcos británicos y estadounidenses en el Mar Rojo. Este desarrollo intensifica las ya tensas relaciones entre Rusia y Occidente, añadiendo una nueva capa de tensión a la seguridad global. Según fuentes, Rusia ha estado pasando datos satelitales a los hutíes a través de miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán incrustados en el grupo militante, lo que permite una mayor precisión en el ataque a barcos de carga.
Los hutíes han intensificado sus ataques desde el 7 de octubre, coincidiendo con el aumento del conflicto entre Israel y Hamas, y tienen como objetivo desestabilizar aún más esta crucial ruta comercial. El estrecho de Bab el-Mandeb en el Mar Rojo, por el que pasa el 12 por ciento del comercio global, se ha convertido en un foco de ataques con drones y misiles, ya que los hutíes, ahora oficialmente reconocidos por Washington como un grupo terrorista global, continúan amenazando la seguridad marítima internacional.
Imágenes recientes mostraron drones atacando petroleros británicos, mientras que el año pasado, los hutíes notoriamente capturaron el Galaxy Leader, de propiedad británica, en un dramático asalto liderado por helicópteros. A medida que los hutíes de Yemen aparentemente se preparan para más asaltos, las potencias occidentales, especialmente Gran Bretaña y EE. UU., se enfrentan a un dilema: proteger sus rutas comerciales en una región volátil sin provocar un conflicto más amplio con la Rusia de Putin.