Las altas expectativas de los Milwaukee Bucks sufrieron un golpe el viernes por la noche en una sorprendente derrota de 133-122 contra los Chicago Bulls, y Damian Lillard no se contuvo. En una evaluación post-partido brutalmente honesta, Lillard apuntó directamente a las fallas defensivas de los Bucks, planteando preguntas difíciles sobre el estatus de contendiente de Milwaukee a solo dos partidos de la temporada.
“Entramos al juego sabiendo que quieren lanzar más triples,” dijo Lillard, claramente frustrado. “Tienen a este tipo, a este otro, a este y a este que pueden lanzar. Y nosotros cerramos tarde. No nos ayudamos entre nosotros. A veces no rotamos.” Continuó describiendo cómo errores fundamentales, como cambios tardíos y cierres deficientes, dejaron repetidamente a Chicago completamente abierto. “Un par de veces, chicos yendo en dirección descendente, vemos la parte de atrás de su camiseta… No hay manera de que un jugador grande pueda volver a eso.”
Para los Bucks, que se esperaba dominar junto a un dúo recién formado de Lillard y Giannis, el juego del viernes fue una prueba de fuego. Con Giannis y Lillard, se predecía que Milwaukee superaría a equipos como Chicago, un conjunto que aún está en medio de una reestructuración de su plantilla. Pero en cambio, los Bucks parecían perdidos en defensa, desconectados y careciendo de la intensidad y la cohesión necesarias para cerrar a los tiradores y controlar el ritmo. La derrota trajo de vuelta recuerdos de la inconsistencia de la temporada pasada que los atormentó en los playoffs.
Esta derrota podría ser un llamado de atención para Doc Rivers, quien se adentró en una temporada de alta presión con un equipo de los Bucks decidido a demostrar su valía en la Conferencia Este. Mientras que la llegada de Lillard prometía un nuevo comienzo, él no teme resaltar la urgencia de las fallas del equipo. Los aficionados de Milwaukee podrían consolarse con el hecho de que quedan 80 partidos más para corregir el rumbo, pero si estos desajustes continúan, la fase de luna de miel para esta pareja de superestrellas podría ser efímera.
La verdadera prueba para los Bucks será cómo se recuperan. Las derrotas aleatorias ocurren, pero si el mensaje de Lillard cala hondo, pronto descubriremos si Milwaukee tiene lo que se necesita para competir o si se avecinan cambios más grandes.