En un mitin en Michigan, Michelle Obama hizo un emotivo llamado a la acción, instando a los estadounidenses a apoyar la histórica candidatura de Kamala Harris a la presidencia. Hablando tanto a hombres como a mujeres, Obama compartió sus luchas con la menopausia para enfatizar los desafíos de salud a menudo ignorados que enfrentan las mujeres, desde el dolor menstrual hasta los derechos reproductivos en peligro. Advirtió que si Trump gana, la atención médica de las mujeres podría enfrentar retrocesos, convirtiéndolas en «daños colaterales» en una lucha por el progreso nacional.
Apuntando a la retórica y las políticas de Trump, Obama retrató a Harris como una candidata que entiende los problemas reales y vividos. “¿Estamos listos para este momento?” preguntó a la multitud, instando a los votantes a considerar las consecuencias. Su súplica por empatía fue tanto personal como política, con Harris respondiendo al prometer un liderazgo que valore a la gente por encima de la ambición personal.
Para Obama, fue una noche de feroz defensa y vulnerabilidad abierta, ya que enfatizó que el resultado de la elección podría afectar drásticamente las vidas de las mujeres en todo el país.