En un movimiento audaz que intensifica su postura regional, Israel lanzó ataques aéreos contra instalaciones iraníes vinculadas a la producción de misiles, golpeando las bases de Parchin y Khojir el sábado, revelan nuevas imágenes satelitales. Los objetivos incluían infraestructura de misiles balísticos y edificios donde se cree que se mezcla combustible sólido para misiles, componentes clave de las capacidades militares de Irán sospechosas de tener vínculos nucleares. Bajo presión de EE. UU. y aliados, Israel se abstuvo de atacar los activos nucleares o petroleros de Irán, centrándose en cambio en sitios estratégicos de desarrollo de misiles.
Los ataques aéreos subrayan el compromiso duradero de Israel de contrarrestar la influencia iraní, particularmente en tecnología de misiles que podría alcanzar suelo israelí. El ataque se produce en un momento en que Israel enfrenta hostilidades escaladas con Hamas y Hezbollah, respaldados por Irán, lo que plantea interrogantes sobre la estabilidad futura en Oriente Medio. Los expertos regionales ven el ataque como una advertencia a Teherán y una demostración de la disposición de Israel para actuar de manera decisiva contra las amenazas percibidas en su esfera, a pesar de los llamados internacionales a la moderación.