El Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció el domingo que Israel había asestado un golpe “preciso y poderoso” a las capacidades de producción y defensa de misiles de Irán. Los bombardeos aéreos de alto perfil apuntaron a sitios estratégicos cerca de Teherán y en las provincias iraníes de Ilam y Juzestán. Según Netanyahu, los ataques “golpearon duro” en el núcleo de la capacidad de Irán para producir misiles dirigidos a Israel, marcando una escalada significativa en una región ya volátil. “Estamos preparados para todos los escenarios en cada arena,” resonó el jefe del ejército israelí, el teniente general Herzi Halevi, señalando que el ataque mostró la magnitud de la defensa de Israel contra amenazas.
Irán, sin embargo, minimizó el daño. El Líder Supremo Ayatollah Ali Khamenei comentó que el ataque de Israel no debería “ser minimizado ni exagerado” y agregó que Irán está considerando una respuesta apropiada, una que recalibraría los “cálculos” de Israel. Si bien Irán aún no ha especificado cómo responderá al ataque, el presidente iraní Masoud Pezeshkian enfatizó que Irán no busca la guerra, pero responderá en consecuencia.
En medio de los intercambios, Estados Unidos ha intervenido, con el presidente Joe Biden pidiendo moderación para prevenir una mayor escalada. Las preocupaciones sobre un conflicto más amplio en Oriente Medio se han intensificado a medida que las batallas en curso de Israel con Hamas en Gaza y Hezbollah en Líbano continúan ampliando el alcance de las hostilidades regionales. Se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna pronto para abordar los ataques israelíes en Irán, subrayando las ansiedades de la comunidad internacional sobre un posible choque entre Israel e Irán.
La situación a lo largo de la frontera norte de Israel también se ha intensificado. En Líbano, los intensos combates entre las fuerzas israelíes y Hezbolá han llevado a Israel a instar la evacuación de 14 aldeas en el sur del Líbano. Durante el fin de semana, los ataques aéreos israelíes mataron al menos a 19 personas en ciudades del sur del Líbano como Sidón y Marjayoun. Hezbolá respondió con ataques con misiles, incluyendo un importante bombardeo dirigido a la instalación de industrias militares Zevulon en el norte de Israel, golpeando áreas civiles cercanas y dejando a una mujer israelí gravemente herida.
Mientras tanto, el Ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, afirmó que la capacidad de Irán para movilizar a Hezbolá y Hamás se ha debilitado significativamente. Según Gallant, las operaciones en curso de Israel en Gaza han comprometido la estructura de mando de Hamás, mientras que las capacidades operativas de Hezbolá están supuestamente disminuidas. Sin embargo, tanto Hezbolá como Hamás afirman que sus capacidades de mando y misiles permanecen intactas, con Hezbolá continuando sus intercambios con Israel a lo largo de la frontera libanesa.
En el contexto de este enfrentamiento en escalada, ambos lados están preparados para lo que pueda venir a continuación. Las apuestas son altas, con cada movimiento llevando el potencial de empujar a toda la región a un conflicto más profundo, subrayando lo cerca que están Israel e Irán del borde de una confrontación más amplia.