BEN SIMMONS: EL TRABAJO CONTROVERSIAL EN LA NBA
Ben Simmons, el enigmático point forward de los Brooklyn Nets, ha estado acaparando titulares con sus vibrantes elecciones de moda y su nuevo papel como jugador de banco. Mientras que algunos aficionados pueden encontrar esto frustrante, la presencia de Simmons en la línea lateral ha mejorado en realidad su imagen pública entre sus compañeros profesionales. De hecho, ahora encarna al jugador ideal de la NBA a los ojos de muchos.
El regreso de Simmons a los Nets ha coincidido con la regla de 65 partidos de la NBA, que busca combatir la gestión de carga pero ha tenido consecuencias no deseadas. Tomemos a Tyrese Haliburton, por ejemplo. A pesar de ser un titular en el All-Star y un jugador clave para los Indiana Pacers, Haliburton podría no ser elegible para los equipos All-NBA si se pierde más de tres partidos. Esto podría costarle la impresionante suma de $40 millones.
La política de asistencia de la NBA también ha tenido un impacto negativo en el potencial de ganancias de sus jugadores estrella. Los problemas de salud pueden impedir que los jugadores obtengan reconocimientos individuales, lo que lleva a ganancias limitadas por razones arbitrarias. Por ejemplo, si Haliburton juega 65 partidos y obtiene honores All-NBA, su extensión de contrato comenzará en el 30 por ciento del tope salarial. Sin embargo, si no alcanza la marca, solo comenzará en el 25 por ciento.
La postura agresiva de la liga contra la gestión de carga ha obligado a los jugadores lesionados a tomar decisiones difíciles. Joel Embiid de los Philadelphia 76ers, por ejemplo, regresó apresuradamente a la alineación a pesar de su pierna poco confiable. Terminó dejando el juego temprano después de sufrir una lesión. Esto resalta la difícil posición en la que se encuentran los jugadores en lo que respecta a su salud.
La reciente batalla de Simmons con los 76ers para recuperar parte de su salario de la temporada 2021-22 muestra la importancia de la preservación del jugador en el clima actual. Enfrentó críticas por sus limitadas actividades en equipo y fue objeto de muchas bromas. Incluso después de ser cambiado a los Nets, sus problemas de espalda continuaron atormentándolo.
A pesar de estos contratiempos, Simmons hizo un regreso triunfal a la cancha, mostrando su valor único cuando está sano. Sin embargo, su reciente lesión ha puesto una vez más su futuro en cuestión. No obstante, Simmons es un símbolo del sacrificio físico que los jugadores de la NBA hacen y por qué deben luchar contra la regla de gestión de carga de la liga.
La mayor lección del viaje de Simmons es que cuestionar las lesiones de los jugadores es absurdo. La regla de los 65 juegos está profundamente flawed y necesita ser reevaluada. Simmons debería ser un candidato principal en las próximas elecciones de la NBPA, abogando por los derechos de los jugadores y su salud a largo plazo.
El propio estudio encargado por la NBA incluso ha contradicho la efectividad de la gestión de carga en la prevención de lesiones. Está claro que la liga necesita repensar su enfoque sobre la salud de los jugadores y encontrar un punto medio que beneficie tanto a los jugadores como al juego.
La resiliencia de Simmons frente a las críticas contra la gestión de lesiones es encomiable. Si él y un grupo de representantes de jugadores pueden desafiar la regla de los 65 juegos con la misma determinación que mostró en su lucha contra los 76ers, la NBA no tendrá más remedio que abordar el problema de la salud a largo plazo de los jugadores.
En conclusión, Ben Simmons puede tener un trabajo de oficina en la línea de banda, pero su impacto en la NBA va mucho más allá de la cancha. Él representa las luchas que enfrentan los jugadores para preservar sus cuerpos y luchar por sus derechos. Es hora de que la liga escuche y haga cambios para el mejoramiento del juego.