En un giro sorprendente de los acontecimientos, Natasha Cloud, la jugadora estrella de las Washington Mystics y campeona de la WNBA en 2019, está lista para hacer un gran movimiento en su carrera. Después de pasar ocho años exitosos con las Mystics, Cloud ha decidido unirse a las Phoenix Mercury. Esta noticia, que fue reportada por primera vez por Khristina Williams de Girls Talk Sports TV, llega en un momento en que las Mystics buscan sacudir las cosas y hacer cambios significativos en su roster.
El acuerdo entre Cloud y las Mercury es un contrato protegido de dos años por un valor de $200,000 por año, según Howard Megdal de The Next Hoops. Megdal elogió el arduo trabajo de Cloud y señaló que ha mejorado constantemente su juego a lo largo de su carrera. La incorporación de Cloud a las Mercury es una adquisición significativa para el equipo, que se perdió los playoffs la temporada pasada por primera vez en casi una década. Se unirá a las filas de Brittney Griner y Diana Taurasi, otras dos jugadoras destacadas, y juntas se esforzarán por devolver a las Mercury a su antigua gloria.
La impresionante actuación de Cloud la temporada pasada, donde alcanzó máximos en su carrera en puntos, asistencias y rebotes por juego, consolida su estatus como una de las mejores jugadoras en la agencia libre. Promedió unos impresionantes 12.7 puntos, 6.2 asistencias y 3.7 rebotes por juego durante su tiempo con las Mystics, según reporta Sean Leahy de Yahoo Sports. Su talento integral y habilidades defensivas la convierten en un activo valioso para cualquier equipo, y las Mercury tienen la suerte de contar con ella.
Este movimiento a Phoenix significa un nuevo comienzo para Cloud y las Mercury. El equipo está experimentando cambios significativos, incluyendo la llegada de un nuevo entrenador en jefe y preparándose para albergar el Juego de Estrellas 2024. Con la llegada de Cloud, las Mercury están listas para reconstruirse y recuperar su estatus como un contendiente de primer nivel en la liga. La firma de Cloud es un testimonio de sus habilidades y del impacto que puede tener en un equipo, y es un movimiento que seguramente sacudirá la WNBA.