Los Houston Texans sufrieron un duro golpe el domingo, perdiendo al héroe local y estrella receptor Stefon Diggs por la temporada debido a un desgarro de ligamento cruzado anterior (ACL). Diggs, quien se unió a los Texans con grandes esperanzas de llevar esta joven ofensiva a nuevas alturas, cayó en una jugada sin contacto durante su dura victoria sobre los Indianapolis Colts. Sin embargo, la victoria fue agridulce ya que Houston ahora enfrenta el desafío de reemplazar la presencia veterana y la capacidad de juego de Diggs en el campo.
En un mensaje conmovedor en Instagram, Diggs expresó su gratitud a los fans y compañeros de equipo por su apoyo, diciendo: “Gracias a todos los que han estado a mi lado.” Su ausencia se sentirá no solo en la columna de estadísticas, sino en el vestuario, donde su liderazgo fue fundamental para este equipo en desarrollo.
La lesión de Diggs se suma a un cuerpo receptor ya debilitado. Nico Collins, otro objetivo clave para el mariscal de campo CJ Stroud, sigue en la lista de reservas lesionados con una persistente lesión en el tendón de la corva, perdiéndose su cuarto partido el jueves. Stroud ha mantenido a flote la ofensiva, guiando a los Texans a victorias sobre los Bills y los Colts, y casi logrando una sorpresa contra los Packers. Pero la pérdida de Diggs y la incertidumbre sobre el regreso de Collins podrían obligar a Houston a explorar el mercado de cambios, especialmente con el equipo en una posición privilegiada para asegurar un lugar en los playoffs.
La ventana de campeonato de Houston, aunque joven, se ve sorprendentemente prometedora. El AFC Sur está al alcance, los Chiefs parecen vulnerables y los Texans ya han demostrado que pueden competir con potencias como Buffalo. Ahora, podrían necesitar capitalizar este impulso. Aunque receptores destacados como Davante Adams, Amari Cooper, Diontae Johnson y DeAndre Hopkins ya han sido intercambiados, aún quedan opciones potenciales, incluyendo a Adam Thielen y Kendrick Bourne. Ninguno iguala el calibre de un Diggs o Collins saludable, pero podrían proporcionar la profundidad tan necesaria.
Collins, quien estaba liderando la liga en yardas recibidas con tres touchdowns antes de su lesión, enfrentará un camino más difícil de regreso. Sin Diggs para atraer a los defensores, es probable que vea más dobles marcas, lo que podría ralentizar su producción una vez que regrese.
En cuanto a Diggs, ha dejado claro que jugar para los Texans es un sueño hecho realidad. Aunque el Año 1 con su equipo local termina en una nota decepcionante, se espera un regreso motivado en 2025, donde buscará redención y estará listo para poner a la liga en alerta una vez más.