Los Golden State Warriors tenían la espalda contra la pared al enfrentar a los New Orleans Pelicans sin su superestrella Stephen Curry y el experimentado anotador Andrew Wiggins. Sin dos jugadores clave, el entrenador en jefe Steve Kerr tuvo que profundizar en su repertorio de estrategias, y los resultados fueron impresionantes.
La decisión crítica de Kerr de llevar a Jonathan Kuminga al banquillo, promoviendo a Moses Moody a la alineación titular, sorprendió a muchos antes del salto inicial. En el año de contrato de Kuminga, y a pesar de sus expectativas al inicio de la temporada como el segundo máximo anotador, Kerr priorizó el espacio en la cancha sobre los roles tradicionales. Fue una decisión audaz que enfatizó la flexibilidad y el espacio en la cancha, permitiendo que los Warriors se recuperaran de un déficit temprano y aseguraran una victoria impresionante.
Sin sus anclas ofensivas habituales, los Warriors necesitaban una alineación capaz de espaciar el formidable trío de la delantera de los Pelicans: Zion Williamson, Brandon Ingram y Herb Jones. Kerr vio una oportunidad para inyectar energía y versatilidad al sacar a Kuminga del banquillo y construir una alineación que pudiera mantener a Nueva Orleans en alerta.
“Le dije a [Kuminga] antes del juego: ‘Vas a jugar mucho. Esto se trata solo de combinaciones y de obtener más espacio,’” dijo Kerr después del partido, explicando su movimiento calculado. Fue claro con Kuminga que el cambio no disminuía su rol en el plan de juego, sino que preparaba al equipo para un inicio más equilibrado.
La estrategia dio sus frutos, con Kuminga proporcionando una chispa muy necesaria desde el banquillo, anotando 17 puntos con un 6 de 13 en tiros, repartiendo tres asistencias, y sumando dos robos y un tapón en un máximo de temporada de 28 minutos. Fue una actuación destacada, especialmente después de un comienzo lento en la temporada, donde promedió solo ocho puntos con un 33.3% de acierto en sus primeros tres partidos. El cambio táctico de Kerr también permitió a los Warriors mantener el control sobre los imponentes jugadores interiores de los Pelicans, mientras mantenían el campo abierto para otras oportunidades de anotación.
Si bien el movimiento de Kerr le dio a los Warriors una victoria significativa, el papel en evolución de Kuminga sigue siendo una situación a seguir. A pesar de las altas expectativas de Golden State, Kuminga y los Warriors no llegaron a un acuerdo de extensión, y él tiene mucho que demostrar esta temporada.
Por ahora, los Warriors pueden respirar aliviados, sabiendo que la flexibilidad y el cambio táctico de Kerr les ayudaron a cumplir con el trabajo sin dos de sus jugadores clave. Pero a medida que miran hacia adelante, la gestión del papel de Kuminga y su estatus de año de contrato será crucial para sostener este impulso.