Con solo cuatro carreras restantes en la temporada 2024 de F1, Red Bull se dirige al Gran Premio de Brasil enfrentando una serie de desafíos críticos. Después de una actuación decepcionante en México, donde Max Verstappen cayó al sexto lugar debido a una penalización de 20 segundos y una falta de ritmo, el director del equipo, Christian Horner, ha expuesto los obstáculos que Red Bull debe superar para mantener vivas sus esperanzas de campeonato.
Históricamente, los coches de Red Bull han tenido un buen rendimiento en México, pero la carrera de este año contó una historia diferente. A pesar de asegurar el segundo lugar en la clasificación, Verstappen luchó a lo largo de las 71 vueltas de la carrera, quedando atrás de ambos Ferrari y de Lando Norris de McLaren. Verstappen reportó una preocupante falta de agarre y potencia desde los entrenamientos del viernes, problemas que solo empeoraron en la carrera. En una admisión crucial, Horner señaló el mayor aprendizaje del equipo: su dificultad para encontrar tracción, particularmente con los neumáticos duros.
“Simplemente no tuvimos el mismo ritmo,” dijo Horner. “Ese es el mayor punto que necesitamos llevarnos de aquí.” Enfatizó la necesidad de abordar rápidamente estos problemas de neumáticos, que dejaron a Verstappen luchando por el control en casi cada vuelta.
Red Bull ahora enfrenta una dura batalla en la clasificación de constructores, donde han caído al tercer lugar detrás de Ferrari. El reciente 1-2 de Ferrari en Austin y 1-3 en México ha empujado a Red Bull a una situación aún más apretada mientras buscan cerrar la brecha con oportunidades limitadas restantes. “Será muy difícil,” admitió Horner, reconociendo la creciente distancia, pero insistió en que el equipo “luchará con mucha fuerza.”
Sumándose a las dificultades de Red Bull, el equipo ha optado por una nueva unidad de potencia para el coche de Verstappen en Brasil, destinada a aumentar la potencia y abordar el déficit de velocidad máxima observado en México. Sin embargo, esta mejora no viene sin un costo. Verstappen incurrirá en una penalización de cinco posiciones en la parrilla, lo que significa que dondequiera que califique, deberá comenzar cinco posiciones más atrás—un contratiempo que podría complicar aún más las ambiciones de Red Bull en el GP de Brasil.
De cara a Interlagos, el equipo está bajo una inmensa presión para resolver sus problemas de agarre y potencia en un apretado plazo de cuatro días. Como dijo Horner, “Max no tenía agarre, no sentimos que pudiéramos calentar los neumáticos. Ese es el mayor desafío en los próximos cuatro días, entender qué causó eso.”
Con el formato Sprint añadiendo otra capa de intensidad al fin de semana y el creciente impulso de Ferrari, Red Bull necesitará que todos estén a bordo para mantenerse en la contienda. La pregunta sigue siendo: ¿puede Verstappen lograr una remontada en Sao Paulo, a pesar de la penalización en la parrilla, y mantener intactas sus esperanzas de título?