La fábrica de Casablanca, en Marruecos, es propiedad total del Grupo Renault desde marzo de 2019. El grupo también posee otra fábrica en Tánger, que comenzó a funcionar en 2012. Además, Stellantis produce automóviles en Kenitra, que, por cierto, duplicará su capacidad de producción local y presentará una plataforma de automóviles inteligentes, con el objetivo de alcanzar más del 22% de cuota de mercado en la región.
En este contexto, tal vez era solo cuestión de tiempo antes de que apareciera la primera marca automotriz marroquí. Neo Motors es una empresa joven fundada en 2018 por el empresario Nassim Belkhayat y Mohamed Mehdi Bensaid, actual Ministro de Juventud, Cultura y Comunicación de Marruecos, con el objetivo de ofrecer movilidad asequible en el país. El Neo es el primer automóvil que cumple con estos presupuestos, un SUV de construcción robusta, con una longitud de 3,9 metros, fabricado en la planta que la marca posee en las afueras de Rabat.
«Queríamos hacer un automóvil para las personas, como lo hizo VW hace un siglo», afirmó Nassim Belkhayat en una entrevista con Bloomberg. «Fabricamos nuestra propia carrocería, nuestro propio chasis y sistema de cableado eléctrico, y el resto es suministrado por 43 proveedores locales».
Stellantis es responsable de suministrar los motores, y el SUV Neo estará disponible a partir de diciembre con un motor de 1.2 litros y tres cilindros de gasolina, con 82 CV; o en la versión con motor de 1.6 litros y cuatro cilindros y 115 CV. Ambos asociados a una caja de cambios manual.
Según Bloomberg, el Neo tiene un costo equivalente a menos de 20 mil euros, ya incluye faros LED, llantas de aleación de 15″, Bluetooth, USB, Android Auto y Apple CarPlay, y se espera alcanzar las tres mil unidades en 2024. Se prevé que este número aumente a 15 mil unidades anuales en 2025, año en el que Neo Motors también tiene como objetivo lanzar una versión totalmente eléctrica.